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1 de marzo de 2016

OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS: VIVIR Y COMUNICAR LO QUE CONOCEMOS Y HACEMOS

A pesar del “laicismo imperante” y que los misioneros se presentan como Iglesia, el mundo misionero tiene muy buena aceptación en todos los ambientes. Hay que dar al mundo ganas de vivir, acoger a todo el mundo con alegría… que suscite el “yo me apunto”.

El jueves y viernes pasados tuvo lugar, en la Casa de Ejercicios San José de El Escorial, el Encuentro de Empleados y Voluntarios de Obras Misionales Pontificias. Centrado en la Pontificia Unión Misional, una de las cuatro Obras Misionales, la que se considera el alma de las demás, este encuentro tuvo como eje la formación y la vivencia personal de la espiritualidad misionera.

El jueves, día 25, tras la apertura a cargo de Anastasio Gil, director nacional de las OMP, el padre Vito del Prete impartió la conferencia “Actualidad de la Pontificia Unión Misional”. El director de la Agencia Fides hizo un recorrido sobre el carisma y los objetivos de esta obra. 

Partiendo de los desafíos planteados a la misión de la Iglesia, destacó la importancia de que todo el pueblo de Dios tome conciencia de su ser misionero. Se trata de que nazca y se avive en todos, desde los obispos a los laicos, la pasión por la misión.

Por la tarde se desarrolló una mesa redonda con el tema “Vivir lo que conocemos y hacemos…”, moderada por el misionero del IEME, Luis María Avilés. Intervinieron los misioneros Ramón Eguiluz, comboniano, José Martín Ruiz, de la Consolata, y Rosa Ortega, del Verbum Dei. Ramón explicó la importancia de dar a conocer lo que hacemos y expuso la experiencia de los combonianos – en España con mundo negro – y el ejemplo de su propio fundador, Daniel Comboni, que con sus miles de cartas concienciaba a todos del amor a la misión. José Martín expuso la labor de animación de los misioneros y la aceptación que tiene el testimonio en colegios e institutos.

A pesar del “laicismo imperante” y que los misioneros se presentan como Iglesia, el mundo misionero tiene muy buena aceptación en todos los ambientes. Rosa Ortega habló del valor de sumar, de hacer todo como Pueblo de Dios. Como misionera, decía, ha visto el poder transformador del Evangelio. Hay que dar al mundo ganas de vivir, acoger a todo el mundo con alegría… que suscite el “yo me apunto”.

Una segunda mesa redonda afrontó el reto de la información, “Comunicar lo que sabemos”. La conocida periodista Isabel Durán expuso la manera de hablar de la misión y los misioneros en la comunicación radiofónica y televisiva. Frases cortas, anécdotas y contar una historia deben ser los recursos para “vender” una actividad y unas vidas de misioneros que, en sí mismas, son ya espectaculares.

El periodista de El País, Jorge Marirrodriga, expuso cómo ganarse a los periodistas a través del contacto personal, adaptándose a cada uno de los medios. Ser breve y estructurado. Contar la noticia, sin más. Por su parte, José Fernando Juan, de iMisión, expuso lo que significa evangelizar en internet. Profesor de instituto, explicó cómo los cauces digitales obligan a ser coherentes entre lo que en ellos vuelcas y lo que vives. En iMisión, un grupo al que se sumaron distintos movimientos, congregaciones, familias religiosas, se ha buscado evangelizar en las redes sociales y en las diversas plataformas que ofrece internet. Y animó a todos a buscar su propio camino de evangelización, sea en internet – si uno se siente llamado a ello, como fue su caso – o en las oportunidades que a todos nos da la vida.

El viernes 26 se dedicó a los testimonios misioneros, enfocados a la trascendencia de la formación – en la línea de la Pontificia Unión Misional – en el camino del misionero. Intervino José María Vecillas, delegado de misiones de Astorga, que ha participado en cursos de formación y ha tenido experiencias de misión en República Dominicana, habló de su quehacer como párroco rural y cómo este contacto con la misión cambió su vida. La hermana Aidé Godínez valoró la utilidad de la formación – hizo referencia al Curso de Formación Misionera, organizado por OMP y otras instituciones – para abrirse a la misión universal, y vivir con pasión esta misión para romper los esquemas repetitivos que a veces nos llevan a la rutina. La laica misionera Pilar Abad, dedicada ahora a la atención a inmigrantes, expuso la necesidad de la formación, pero siempre con la finalidad de prepararse a la misión.

Fuente: OMPRESS-MADRID