27 de agosto de 2013

SER CATÓLICO EN CHINA

Tomás Zhang, diácono chino de la archidiócesis de Pamplona-Tudela, ha concedido esta entrevista a OMP en la que narra como “La fe florece plenamente en tiempos de persecución” y como nació y vivió su vocación en China, un país donde los cristianos son perseguidos.

"Cuando tenía siete años, mi madre me despertaba todos los días a las cuatro y veinte de la mañana y me llevaba a la capillita que había en la casa de una vecina, a rezar. Allí se juntaban decenas de personas. En el pueblo no había sacerdote para celebrar la eucaristía. Yo era el único que sabía leer, y me pedían que leyera fragmentos de la Imitación de Cristo, de Tomás de Kempis. Luego, como recompensa, me daban dulces. 

Los otros niños, que me veían siempre con caramelos, me preguntaron que de dónde los sacaba. Yo les dije que me los daban por ir a rezar por la mañana, muy temprano, a esa casa. Algunos de ellos decidieron venir también. Hoy son sacerdotes".

Quien esto relata se llama Tomás Zhang, un joven nacido en el seno de una familia católica en una pequeña aldea del norte de China, la fe de Tomás no puede entenderse sin la figura de su madre. Tampoco su vocación.

Cuando decidió hacerse sacerdote, recibió la visita del rector de uno de los seminarios clandestinos de su país. Tuvo que esperar todo un año para poder empezar a formarse, debido a la falta de alumnos. Un buen día, una persona le dijo que cogiera un tren y acudiera a la estación central de una gran ciudad. Allí, un desconocido lo recogió y lo llevó a un pueblo perdido, a una casa. Ese era el seminario: unas cuantas dependencias de la vivienda de un fiel cristiano. Allí permaneció, sin salir, medio año, junto a otros ocho seminaristas y el formador.

Luego fue trasladado a otro lugar para seguir sus estudios, que se prolongaron durante tres años. Más tarde fue enviado por el rector a España, para continuar con su formación. Aquí, en nuestro país, recaló en Pamplona, donde fue ordenado diácono por el arzobispo de la archidiócesis y ex director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP), monseñor Francisco Pérez. Un día volverá a China, a servir a la sufrida y fiel comunidad cristiana de ese país.

Para leer la entrevista completa: