En un clima de discernimiento y de reflexión los jóvenes tendrán la oportunidad de encontrarse con el testimonio de quienes ya han respondido, según el propio carisma vocacional.
Más de 150 jóvenes se han inscrito en esta undécima edición de Encuentros misioneros para jóvenes que cada año organiza las Obras Misionales Pontificias con la colaboración de la Comisión Episcopal de Misiones. Cada año se incrementa la demanda de solicitudes, constatándose que muchos de sus participantes repiten la experiencia. Es el mejor indicador de que la iniciativa responde a las expectativas misioneras de los jóvenes.
Estos encuentros tienen como principal finalidad ayudar a los jóvenes, que suelen participar en diversas actividades misioneras, a profundizar en la dimensión misionera de la fe para que, en un ambiente de escucha oracional y búsqueda, puedan ir descubriendo el sentido de la vocación misionera de la Iglesia y de aquellos que son llamados a la misión.
Sus destinatarios son jóvenes mayores de 18 años, interesados por la actividad misionera de la Iglesia, integrados en la pastoral juvenil de las diócesis, o de asociaciones juveniles. Muchos de ellos han participado en experiencias misioneras temporales en territorios de misión o se están preparando para ello.
El programa de este año [Descargar programa] se inspira en la invitación que recibió San Pablo en Tróade para que pasara a evangelizar Macedonia. Hoy los jóvenes, y con ellos muchos cristianos, están preocupados por la evangelización en los propios ámbitos locales y sociales. Sin embargo, esta ocupación no puede impedir escuchar otras voces y reclamos para salir a otros lugares donde también es urgente y necesario el anuncio del Evangelio. El encuentro se inicia con la voz de quienes están en la otra orilla, en lugares donde aún no ha llegado el Evangelio. Hay un tiempo para remansar y meditar estas llamadas que vienen de “lejos”. En este clima de discernimiento y de reflexión los jóvenes tendrán la oportunidad de encontrarse con el testimonio de quienes ya han respondido, según el propio carisma vocacional.
El clima de convivencia y fraternidad, el testimonio de misioneros jóvenes, la presentación de diversos carismas misioneros que Dios ha suscitado en la Iglesia y la oración en la celebración del misterio de la fe son los principales elementos para tejer el entramado eclesial de este Encuentro de jóvenes que se cualifica por su condición de “misionero”. Será una experiencia que ayuda a cada participante a crecer en la fe, a abrir su corazón para escuchar la voz de Dios y de los hermanos, a considerar en el corazón la llamada a la misión y salir con coraje y alegría a compartir la bondad de Dios.
El Consejo de jóvenes de las OMP ha preparado con ilusión este Encuentro en la certeza de que también hoy Dios sigue suscitando vocaciones para la misión. La realidad de estas vocaciones es incuestionable. Sólo resta poner los medios para escuchar la voz de Dios y acompañar a los llamados en su respuesta.
Anastasio Gil
Director nacional de las OMP