“Cuando una organización católica de ayuda margina la
evangelización, pierde su propia identidad” Mons. Segundo Tejado, subsecretario
de Pontificio Consejo Cor Unum
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La Semana Española de Misionología (SEM’14), que se ha celebrado en la Facultad de Teología de Burgos, ha sido clausurada por monseñor Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones; por monseñor Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos; y por Anastasio Gil, director nacional de Obras Misionales Pontificias.
El subsecretario del
Pontificio Consejo Cor Unum –dicasterio pontificio encargado de la acción
caritativa eclesial-, monseñor Segundo Tejado, ha subrayado el nexo inseparable
de la caridad y la evangelización. Ha denunciado que muchas veces uno de los dos
polos se olvida, de forma que se desnaturaliza la identidad de la
Iglesia.
“Para la Iglesia, la
caridad no es una especie de actividad de asistencia social que también se
podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza”, afirmó esta mañana
Tejado. Por eso, en su conferencia de clausura ha fundamentado teológicamente la
unidad entre la evangelización y la caridad en la misión de la Iglesia, a partir
de la exhortación apostólica del Papa Francisco Evangelii gaudium y de
las dos encíclicas de Benedicto XVI sobre la caridad –Deus caritas
est y Caritas in veritate-.
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Segundo Tejado explicó que
es necesario recuperar la unidad en la acción de la Iglesia de anuncio, caridad
y liturgia. Esto está en la raíz del cristianismo. “Cristo fue el primero que
con su presencia entre nosotros enlazó de modo inseparable anuncio espiritual y
el servicio material”. Por eso, el anuncio debe mostrar el amor de Dios con
palabras y obras, antes de imponer una obligación moral. Por su parte, la
caridad no se debe reducir a solidaridad, sino que brota del amor a Dios, que
mueve al amor al prójimo. “Los pobres, los inmigrantes, los necesitados tienen
también derecho a conocer la buena nueva de ser amados por Dios, a conocer lo
que en última instancia nos mueve a asistirles”.
Los misioneros, al servicio
del bien común
Toda la misión es
posible, según detalló, gracias al Espíritu Santo, alma de la Iglesia
evangelizadora. Este Espíritu mueve a los cristianos a ser misioneros.
“Si queremos crecer en la vida espiritual, no podemos dejar de ser misioneros”.
De esta forma, los misioneros se convierten en manantiales que desean y buscan
el bien de los otros.
Precisamente sobre esto se
ha debatido en la mesa redonda La actividad de los misioneros al servicio del
bien común celebrada a primera hora, antes de la conferencia de monseñor
Segundo Tejado. Han participado Ignacio Valero y Javier Goizueta, asesores ambos
del diputado Carlos Aragonés - quien ha excusado su ausencia- y dedicados a la
cooperación internacional; y el periodista José Francisco Serrano Oceja,
moderador del acto. Desde su gran conocimiento, han hablado de cómo funciona en
España la cooperación internacional -Goizueta parte de inmediato para coordinar
la cooperación de España con Israel-, y han tocado temas como la utopía y la
corrupción. Los arzobispos Francisco Pérez y Braulio Rodríguez Plaza, de
Pamplona y Toledo respectivamente, han intervenido en el diálogo
posterior.