Presentado
en el Congreso de la República del Perú el programa oficial de la ceremonia de
beatificación de los “mártires de Pariacoto"
“A los franciscanos de
Nueva York no los tenían designados para mártires, mientras que a los dos
destinados de Cracovia sí, quienes se ganaron el corazón del pueblo”.
Por poner en práctica la
caridad, la sangre de tres sacerdotes fue derramada en Pariacoto, Chimbote. En 1991 Sendero Luminoso acabó con sus
vidas, pero nos regaló a nuestros primeros mártires peruanos,
quienes se santificaron por fidelidad a su vocación.
A escasos días de su
beatificación se
presentó en el Congreso de la República del Perú, el programa oficial de la
ceremonia de beatificación de los “mártires de Pariacoto”.
Luis Bambarén Gastelumendi,
obispo emérito de Chimbote, diócesis del lugar del martirio, compartió con
los asistentes cómo ocurrieron los hechos. Muy emocionado, confesó que, a los
franciscanos conventuales, llegados de Polonia, Dios les tenía reservado el
martirio.
Tras exhumación de sacerdotes polacos
Luego de 24 años, ambos cuerpos lucen incorruptos con sus hábitos de color gris de Franciscanos
Conventuales.
Los antropólogos forenses
colocaron sobre sus cuerpos lienzos blancos. Luego fueron introducidos en
nuevos ataúdes construidos para la ocasión. Al
término de la beatificación, sus cuerpos serán trasladados a la nueva capilla
que será bendecida el 5 de diciembre próximo.
La ceremonia será realizada
sin los restos mortales del sacerdote italiano Alessandro Dordi, sólo
con sus reliquias. Su
cuerpo yace en su ciudad natal: Gromo, San Marino, en la diócesis italiana de
Bérgamo.
Todo listo para beatificación en Chimbote
El 4 de diciembre por la
tarde está prevista la inauguración del parque “Mártires de la fe”,
en el distrito de Nuevo Chimbote. Por la noche se organizará una vigilia en la
catedral de la diócesis de Chimbote.
La ceremonia de beatificación
será presidida por el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para
las Causas de los Santos, y se realizará el próximo 5 de diciembre en el
estadio Centenario, ubicado en la ciudad de Chimbote.
El domingo 6 de diciembre se
realizarán actividades simultáneas tanto en Santa como en Pariacoto. En Santa,
habrá una peregrinación hacia el lugar del martirio del Padre Sandro, y en
Pariacoto una misa de acción de gracias y velada cultural.
La juventud de Chimbote combatió el terrorismo
Años muy difíciles, en pleno terrorismo, combatimos la
ideología sin balas, denunció el obispo emérito de Chimbote
Luis Bambarén Gastelumendi. La violencia terrorista había encontrado a los 90
caseríos que comprenden la provincia de Pariacoto, unidos por la defensa de la
vida y la construcción de la paz.
Visiblemente emocionado, Bambarén, promotor del proceso de beatificación,
por ser el obispo del lugar, narró cómo inició con los jóvenes un trabajo
pastoral, con un compromiso hecho por 27 mil jóvenes… “Me comprometo con Cristo
y con Perú, a ser constructor de la Paz y defensor de la vida”.
Los jóvenes entusiasmados,
construyeron una cruz, en el cerro más alto de la ciudad. Con todas las promociones de los
colegios, subíamos al lugar más alto, para firmarles un diploma, donde se
comprometían a ello, eso era un símbolo colocado en las casas,
recordó Monseñor Bambarén.
Llegué a Chimbote en 1980. No había ni un sacerdote. Tenía dos
vacantes en Santa y Pariacoto. Toqué muchas puertas. El Superior General de los
Franciscanos Conventuales, destinó a tres franciscanos de New York…
“A los franciscanos de New
York, no los tenían designados para mártires, mientras que los dos destinados
de Cracovia sí, quienes se ganaron el corazón del pueblo”, afirmó.
El padre Guillermo Inca,
secretario adjunto de la Conferencia Episcopal Peruana, agradeció la iniciativa
del congresista ancashino Modesto Julca y la transmisión oficial del canal del
estado en la ceremonia de beatificación.
En la ceremonia estuvieron
presentes el presidente de la Comisión Central de beatificación, Juan Roger
Rodríguez, y Ugo De Censi Scaratoni, miembro de la Operación Mato Grosso, y los
frailes Darío Mazurek y Jacinto Lisowski, miembros de la Orden de los
Franciscanos Conventuales.
También el embajador de
Italia en Perú, Mauro Marsilli, el representante de la embajada en Polonia, y
el cónsul de Italia en Ancash.
Descubrir la misión que cada
uno tiene. Esa es la riqueza de fidelidad a la vocación.
Fuente. Aleteia