"Se nota que Jesús dirige la Buena Nueva a todos, sin excluir a nadie, incluso privilegiando a los más lejanos, a los que sufren, a los enfermos, a los descartados de la sociedad”
El Papa Francisco este domingo en sus
palabras durante el rezo del ángelus dominical recordaba el
Evangelio del Día, el inicio del Evangelio de San Lucas que relata la escena de
Jesús en la sinagoga de Nazaret. El Papa invitaba a entrar también con Él en la
sinagoga y escuchar el texto de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí…”.
Y oír a Jesús: “Hoy se cumple la Escritura que habéis
escuchado”.
“Evangelizar a los pobres”, decía el Papa Francisco,
“esta es la misión de Jesús, según cuanto Él dice; esta es también la misión de
la Iglesia, y de todo bautizado en la Iglesia. Ser cristiano y ser misionero es
la misma cosa.
Y se preguntaba el Papa qué significa evangelizar a
los pobres: “Significa sobre todo acercarse a ellos, significa tener la alegría
de servirlos, de liberarlos de su opresión, y todo esto en el nombre y con el
Espíritu de Cristo, porque Él es el Evangelio de Dios, Él es la Misericordia de
Dios, Él es la liberación de Dios, Él es quien se ha hecho pobre para
enriquecernos con su pobreza”. Por eso, concluía: “Los pobres son el centro del
Evangelio”.
“La Virgen María, Madre de los evangelizadores, nos
ayude a sentir con fuerza el hambre y la sed del Evangelio que hay en el mundo,
sobre todo en el corazón y la carne de los pobres. Y obtenga para cada uno de
nosotros y para cada comunidad cristiana el testimoniar de modo concreto la
misericordia, la gran misericordia que Cristo nos ha donado”.
Fuente: OMPRESS-ROMA