El obispo de Segovia invita a los segovianos a aprovechar este tiempo para
luchar “contra la indiferencia de Dios y de los que sufren” acercándose a la
patrona de Segovia
Con
solemnidad, pero con sencillez, el santuario de Nuestra Señora de La Fuencisla
fue escenario del inicio de los actos del año jubilar mariano con el que la
diócesis de Segovia celebrará la conmemoración del centenario de la coronación
canónica de la patrona de Segovia.
Centenares
de personas llenaron ayer el templo que alberga a La Fuencisla para participar
en la eucaristía de inicio del año jubilar, presidida por el obispo de Segovia,
César Franco Martínez y concelebrada por el rector del santuario Angel Miguel
Alonso y cerca de una veintena de sacerdotes de la diócesis.
Posteriormente,
en su homilía, el obispo subrayó la "providencial" coincidencia del
año jubilar mariano de La Fuencisla con la del Año Jubilar de la Misericordia
convocado por el papa Francisco, y aseguró que esta coincidencia "pone de
manifiesto que Cristo y María van siempre unidos, porque a través de María
podemos llegar hasta el hijo de Dios".
Así, indicó que en este tiempo, los segovianos "aprenderemos a ser como María, a decir si y a aceptar con generosidad la voluntad de Dios, para de esta forma hacer que la Iglesia se enriquezca y se convierta en sacramento de la unión de los hombres con Dios".
Así, indicó que en este tiempo, los segovianos "aprenderemos a ser como María, a decir si y a aceptar con generosidad la voluntad de Dios, para de esta forma hacer que la Iglesia se enriquezca y se convierta en sacramento de la unión de los hombres con Dios".
De
este modo, pidió que el año jubilar sirva para luchar "contra la
indiferencia de Dios a través de la apostasía silenciosa de muchos cristianos
que se alejan de la Iglesia por vivir la fe en el anonimato", y aseguró
que la oración "es el mejor medio para ello; no desde la autosugestión ni
desde exponer nuestras ideas y problemas, sino como hizo la virgen, meditando
la palabra de Dios y conservándola en el corazón".
La
música coral de Audite sirvió como contrapunto para una celebración que sirvió
como brillante prefacio de un año que el obispo definió como de “gracia” para
la diócesis segoviana.
Fuente: El Adelantado de Segovia