Recién casados
viajaron a Perú en agosto de 2018 para colaborar con "Entreculturas",
una ONG Jesuita que se dedica a la educación y el desarrollo
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Álvaro y Chabeli el día
de su boda señalando en un mapa Perú,
país en el que pasarían
sus primeros días como matrimonio
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¿Qué
mejor forma de empezar la vida matrimonial que entregando la vida por los
demás? Dos jóvenes malagueños pusieron rumbo a Perú tras contraer matrimonio.
Pero no se conformaban con una luna de miel para conocer Machu Picchu. Se
llaman Álvaro García y Chabeli Macias y contrajeron matrimonio en julio de
2018.
En agosto
viajaron a Perú para realizar un voluntariado conocido como “Experiencia Sur”,
que organiza Entreculturas, una ONG Jesuita que se dedica a la educación y al
desarrollo. Se trata de una labor voluntaria que consiste en visitar durante un
mes uno de sus proyectos, visitando, acompañando y ayudando a los más
necesitados.
De hecho
este joven matrimonio malagueño, se conoció colaborando para este proyecto
llamado 'Entreculturas', donde Chabeli trabaja y Álvaro, que pertenece a una
asociación de seglares claretianos de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen
de Málaga, colabora como voluntario.
Realizar
este viaje de novios tan solidario ha supuesto para ambos una experiencia de
contacto directo con el hermano necesitado, tal como explicó Álvaro en una
entrevista realizada en el programa 'Iglesia en Málaga': "El prójimo, es una experiencia fuerte
que va a servirnos en nuestro futuro... supone un momento fuerte de fe como
cristianos que somos, realizar esta misión ha dejado una huella imborrable”.
Por su
parte, Chabeli comentó que “hacer este viaje de novios ha sido una experiencia
nueva para nosotros, que nos ha ayudado en nuestras respectivas funciones en
Entreculturas. Nos ha servido para conocer los proyectos en primera persona, es
lo que intentamos que la gente conozca con todo lo que hacemos, pero que si no
viajas hasta estos lugares es más difícil”.
En dicho
programa, perteneciente a COPE Málaga, Álvaro contó un impactante momento que
vivieron regresando junto a dos sacerdotess jesuitas tras visitar otro pueblo.
“Nos
encontramos con un accidente de moto en la carretera. Un hombre estaba tirado
en el camino y aún estaba vivo. Lo subimos a la camioneta y lo llevamos
urgentemente a la posta médica de
Ocongate, que era la más cercana. Como los medios disponibles eran
insuficientes para atenderlo, no contaban ni con lo básico para una primera
atención lo derivaron al hospital de Cuzco, que se encuentra a 3 horas de
camino en coche, y en ese trayecto falleció. Fue una situación muy dura y nos
hizo pensar mucho en la de privilegios que tenemos en nuestra vida”.
Entreculturas
promueve el accedo a la educación de personas desfavorecidas en América Latina,
África y Ásia teniendo como uno de sus lemas "la educación es un medio
para el cambio y la justicia social". Además, según informan,“cada año 12
millones de niñas son casadas antes de cumplir los 18; 150 millones sufren
violencia sexual y 34,2 millones de niñas y mujeres son refugiadas o desplazadas”.
Muchas terminan sufriendo graves secuelas psicológicas, físicas y sociales que
las marcan para siempre. Además les impiden acceder a la escuela y las aleja de
su infancia y oportunidades".
Álvaro y
Chabeli han colaborado desde Málaga en el programa “La Luz de las Niñas”, un
programa para que las niñas puedan acceder a la educación y se reduzca la
desigualdad.
Chabeli
explica que “al final son las niñas las que, en muchos países en vías de
desarrollo, se ven más desfavorecidas, tienen que dejar la escuela, son casadas
antes de tiempo y sufren distintos tipos de violencia. Hay que concienciar
sobre el necesario cambio de estas situaciones, no solo por el bien de estas
niñas, sino porque en un futuro son las que sacarán adelante la familia. Hay
que velar por sus derechos”.
Entreculturas
se ha convertido en un aspecto central de la vida de este nuevo matrimonio. No
solo pertenecen a esta ONG donde colaboran, sino que incluso se conocieron en
ella. Al atardecer de la vida te examina del amor, como decía San Juan de la
Cruz, y contribuir a mejorar la vida del prójimo, o al menos ayudarles a
sobrevivir, es una de esas epopeyas vitales que merecen ser contadas.
Álvaro y
Chabeli se casaron y quisieron viajar a Perú para realizar una misión que sin
duda supone un gran ejemplo a seguir.
Fuente: COPE