La
lista de donaciones del Papa Francisco y sus colaboradores para ayudar a los
países y poblaciones más vulnerables del mundo en la actual emergencia del
Covid-19 sigue creciendo
Oración
y gratitud: esta es la respuesta de la Directora del Hospital “Likuni Mission”,
la hermana Agnes Lungu, al recibir la donación del Papa Francisco para salvar
vidas en una zona, a las afueras de Lilongwe, que carece completamente de este
material.
La
lista de donaciones del Papa Francisco y sus colaboradores para ayudar a los
países y poblaciones más vulnerables del mundo en la actual emergencia del
Covid-19 sigue creciendo. El Nuncio Apostólico en Malawi y Zambia, Monseñor
Gianfranco Gallone, ha donado ventiladores pulmonares al Hospital “Likuni
Mission”, en Lilongwe. El centro, situado a 9 kilómetros de la capital y dotado
de 231 camas, está dirigido por las Hermanas Misioneras de San Francisco de Asís
y presta asistencia a 45.000 pacientes cada año, en su mayoría agricultores y
vendedores de bajos ingresos.
Gratitud y oraciones
Los
ventiladores fueron entregados al hospital – informa el blog de Amecea, la
Asociación de Conferencias Episcopales de África Oriental – por el Arzobispo de
Lilongwe, Monseñor Tarcisius Ziyaye, Presidente del Secretariado Católico de
Malawi: "El Santo Padre está verdaderamente preocupado por esta pandemia
mortal que ha sacudido al mundo entero. Como gesto de gratitud seguiremos
rezando por él", dijo el Obispo, pidiendo rezar también por los enfermos y
los que murieron de Covid-19. Al agradecer al Papa, la Directora del Hospital
“Likuni Mission”, la hermana Agnes Lungu, dijo que los ventiladores llegan en
el momento justo a una zona, la de los suburbios de Lilongwe, que carece por
completo de este equipo sanitario.
Malawi,
una de las naciones más pobres del mundo, ha registrado hasta ahora 4.988 casos
confirmados con 2.576 curados y 156 muertos. La Iglesia local, gracias también
a las contribuciones solidarias del extranjero, ha tomado medidas para ofrecer
asistencia sanitaria a través de su red de hospitales misioneros, cuya labor es
vital en un país donde el sistema de salud pública es absolutamente
insuficiente.
Lisa
Zengarini – Ciudad del Vaticano
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