El cardenal Rouco anima a
colaborar con los Hermanos de San Juan de Dios para vencer el ébola en Liberia y
Sierra Leona. Manuel Pizarro y el director de Obras Misionales agradecen al
cardenal su servicio a la Iglesia y a las misiones. La Escolanía del Valle de
los Caídos interpreta el Himno de las Misiones y el Himno de la
Almudena.
El empresario, jurista y político Manuel Pizarro, recordó la celebración del Domund en su infancia, en su Teruel natal, cuando "los pequeños salíamos con aquellas características huchas a «pedir por las misiones»" y conocían a los misioneros a través lecturas o películas.
Ayer, miércoles 15 de octubre, Pizarro no tenía una hucha sino un
micrófono con el que pregonaba el Domund 2014, después de la presentación hecha
por el vicario episcopal para la Vida Consagrada de Madrid, monseñor Joaquín
Martín Abad, y en presencia del administrador apostólico de la diócesis,
cardenal Antonio María Rouco.
Pizarro se mostró
impresionado por los 13.000 misioneros españoles pero invitó a profundizar en lo
que hay detrás de los números, y de "la labor evangelizadora de la Iglesia, que
ha sido una labor de civilización desarrollada a lo largo de 20 siglos, de
defensa de la dignidad humana vivida en Cristo". Asimismo, si bien reconoció que
los católicos "admiramos a quienes están en misiones", denunció que en casa
vivamos "el síndrome de Jonás" escondiéndonos ante "nuestra Nínive" compleja y
adversa de hoy".
El pregonero enumeró
algunos "abismos" de la Europa actual, desde "la caída demográfica" a la "crisis
de Dios" ante los que pidió abrir los ojos y seguir el ejemplo de los
misioneros, que llevan "el proyecto moral de Europa" fuera de sus fronteras, "a
tantos pobres de la tierra que quieren compartir nuestro
vivir".
Con Pablo VI, Pizarro
afirmó que "Cristo es el primer y principal factor de desarrollo", y "la
evangelización, la promoción más alta e integral de la persona humana".
Nuevamente, los misioneros aparecieron en su discurso como la vanguardia de
quienes dedican "la vida al otro, sin esperar nada a cambio; solo motivados por
la fuerza de servir a los demás, a los que más lo necesitan, allí donde más se
les precise, y reivindicando la importancia de la oración. Porque vivir la
caridad no es dar soluciones de Estado: es dedicarse al hombre que
sufre".
En este contexto, Pizarro
tuvo un recuerdo para dos misioneros concretos, los hermanos Miguel Pajares y
Manuel García Viejo, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y para "los
casi 1.600 misioneros españoles que están en África", algunos en países azotados
por la epidemia del ébola.
También el cardenal Rouco,
que explicó el lema del Domund 2014, "Renace la alegría", diciendo que "la
verdadera alegría sólo la vive el que cree en Cristo muerto y resucitado", pidió
que "la alegría de la fe gane la partida a la muerte, como lo han demostrado
"los Hermanos de San Juan de Dios". El cardenal mostró la necesidad de
"colaborar" con ellos ante "la falta de medios técnicos contra el ébola", a los
que se enfrentan en países como Liberia y Sierra Leona.
El director de Obras
Misionales Pontificias (OMP), Anastasio Gil agradeció la labor del cardenal
Rouco a favor de las misiones, durante estos 20 años de servicio a la Iglesia en
Madrid y recordó el envió de nuevos misioneros madrileños, que ha realizado cada
año desde la catedral, gracias al cual, 680 misioneros de la diócesis se
encuentran trabajando en los cinco continentes.
Ayer, 15 de octubre, fiesta
de santa Teresa de Ávila e inicio del Año Jubilar Teresiano para conmemorar el V
Centenario de su nacimiento, tanto el cardenal Rouco, como el director de OMP y
Manuel Pizarro, tuvieron un recuerdo para la santa, a la que ‒como recordó Pizarro‒, ya le tocó "vivir tiempos fuertes",
ante los que pedía "hacerse espaldas unos a
otros" los que sirven a Dios para ir adelante. Lo mismo pidió el pregonero: "hagamos
espaldas con los misioneros y en nuestra vida de cada día; y sigamos la llamada
teresiana a no estar huecos por dentro".
El pregón del Domund
concluyó con un repertorio interpretado por la Escolanía del Valle de los
Caídos, que concluyó con la interpretación del Himno de las Misiones y el Himno
de la Almudena, y un elogio del cardenal a los pequeños cantores diciéndoles que
"están en buena forma".
En vísperas de la Jornada
Mundial de las Misiones, el próximo domingo, 19 de octubre, OMP se une esta
tarde a la iniciativa de Cáritas y Manos Unidas, promovida en el marco de la
Campaña "Una sola familia humana, alimentos para todos", que tendrá lugar esta
tarde a las 18,30 hs. en el Círculo de Bellas Artes. Se trata de un coloquio
moderado por la periodista Mª Ángeles Fernández, con varias intervenciones,
entre las que destaca la de monseñor Enrique Figaredo, prefecto apostólico de
Battambang (Camboya) y su grupo de baile "Tahen".
Los audios y fotos del acto
disponibles están disponibles en:
Obras
Misionales Pontificias | www.domund.org | 91.590.29.43 | prensa-2@omp.es
Para
más información: Paula Rivas Chéliz