Querida familia y amigos de España:
Llevo mucho tiempo sin escribir mis “crónicas
argentinas”, y eso hace cada días más difícil, porque se acumulan
acontecimientos y se pierde la memoria.
Pero en fin, ahí vamos. Comienzo de lo reciente
y me voy remontando…
Este fin de semana de Pentecostés ha sido muy
tranquilo: día con mi comunidad de sacerdotes legionarios: fuimos a comer a una
parrilla y me di un buen paseo en bicicleta por la zona norte de la ciudad
(para quien quiera buscar por google map: bosques de Palermo, hipódromo, etc…).
No faltó un buen rato de oración comunitaria. Hoy, 25 de mayo, es festivo aquí:
el primer gobierno patrio.
Estoy acompañando y formado un grupo de 7 matrimonios
y juntos estamos preparando una renovación matrimonial: un fin de semana de
reflexión y encuentro de pareja. Será del 14 al 16 de agosto. Sobre todo
estamos trabajando mucho los temas de comunicación de pareja, de armar un
proyecto de familia y del amor como un compromiso creciente.
Los lunes por la mañana celebro misa (8.30 am) y
confieso en la Parroquia Santa Teresita, y los lunes terceros de mes doy ahí un
pequeño retiro espiritual para las personas que quieran asistir.
Cada día admiro más al Colegio Mano Amiga. Ahora que
puedo dedicar más tiempo a hablar con los chicos y algunas familias, a confesar
y acompañar a los profesores, palpo el bien que se hace a estos chicos muy
“carenciados” como dicen aquí, y a sus familias. Reciben muy buena formación,
hay mucho espíritu de superación y de crecimiento.
También me toca participar y animar al equipo que
busca fondos para sostener al colegio. Este año estamos muy necesitados porque
hemos crecido en número de alumnos, porque la inflación del país es galopante…
Son un poco más de 500 alumnos, es decir, 500 becas que conseguir. La semana
pasada tuvimos una reunión con el nuevo equipo asesor y durante estos meses han
realizado varios eventos para conseguir becas. Además siguen visitando empresas
para conseguir donaciones en especie y padrinazgos empresariales, para ir
también buscando empleos para los alumnos que terminen.
Del 24 al 26 de abril prediqué unos ejercicios
espirituales a 22 señoras, sobre el Espíritu Santo en nuestras vidas. Como
siempre, fue un fin de semana intenso, todo el tiempo dedicado a dar charlas,
confesando y atendiendo. Como suele ser habitual en mí en la entrada del otoño
(aquí estamos en otoño) me resfrié y terminé casi sin voz.
También estoy dirigiendo un taller sobre adolescencia:
son 7 sesiones en las que todos los participantes (15 personas) analizan un
aspecto de la adolescencia, basados en un buen libro, y luego hacemos un rato
de debate e intercambio. Me baso en un libro y un blog del P. José E. García
Sentandreu, legionario de Cristo (ver http://www.el-adolescente.com/)
En el fin de semana de inicio de mayo, la comunidad
nos fuimos al campo, y aunque llovió bastante, pudimos disfrutar muchísimo del
ambiente fresco, de los cielos estrellados (lejos de la contaminación acústica
y lumínica) y de la inmensidad de la pampa (kilómetros y kilómetros de llanura
verde, de cultivos de soja, maíz y pastizales).
Colegio Oakhill, donde soy capellán: ya estamos al
final del primer semestre, en tiempo de exámenes. Son 900 alumnos, desde
preescolar hasta lo que en España es bachillerato. Las actividades del colegio
son continuas: 10 abril fue el Family day; día de los abuelos; convivencias y
campamentos por grupos; salidas culturales; muchos torneos deportivos… Y en
todo eso, la labor de capellán de confesar, misas, dar algunas clases, atender
a profesores y familias, apoyar al equipo directivo, etc…
Hace 15 días falleció repentinamente una maestra de
primaria; fue muy impactante para todos y fue muy bonito ver a toda la
comunidad volcada en agradecer y reconocer la labor de esa maestra.
Según voy conociendo más a
la gente, voy a visitar a familias, a comer o cenar con ellos. Es una forma muy
buena de tener más cercanía y confianza.
La semana santa la pasé con
Familia Misionera. Fuimos 23 familias a un pueblo llamado Olivera, y visitamos
todas las casas, especialmente donde había enfermos. Iban animando a participar
en los oficios litúrgicos y a motivar a la gente, pues ese pueblo ha sufrido en
los últimos años varias inundaciones. También, en un pueblo cercano, fueron 150
chicos y chicas de Juventud Misionera, muchos de nuestros colegios; como dice
el Papa Francisco “hicieron mucho lío, pero del bueno”.
Y como mi cumpleaños era el
domingo de resurrección, lo celebré muy bien acompañado con esas familias
misioneras, con una buena cena y tarta después de la misa de la Vigilia
Pascual. Eso sí, llegué muerto a casa el domingo por la tarde; un refrán de
curas dice “Cristo resucita el domingo de Pascua, pero los curas mueren ese
día”. Bueno, algo de razón tiene.
En fin, cierro ya para no
alargarme más.
Aquí empieza a hacer frío.
Ahora sí ha entrado el otoño y en este fin de semana han bajado las
temperaturas casi 10 grados, pero es que antes eran demasiado altas para la
época.
Espero que sigáis rezando
por mí, pues yo rezo por vosotros. Muy amenudo me acuerdo de mi familia, de mis
amigos de Sevilla, Madrid, Córdoba y otros lugares, al encontrar anotaciones o
al repasar mi libreta de direcciones, o simplemente porque me viene algún
recuerdo especial.
Para todos, un abrazo
fuerte y mi oración. P. Jesús Pérez G., L.C.