Monseñor
Argüello pide a “Castilla misionera” activar la misión «ad gentes»
El obispo auxiliar de Valladolid, monseñor Luis Javier Argüello,
acompañó el encuentro misionero
“Castilla misionera”, que se celebró el pasado sábado, 6
de octubre, en el Seminario Diocesano de Valladolid.
A la cita acudieron un centenar de personas de de las 6
diócesis de la provincia eclesiástica (Valladolid, Zamora, Segovia, Ávila,
Ciudad Rodrigo y Salamanca). Delegados, trabajadores y voluntarios de las
Delegaciones Diocesanas de Misiones, y también misioneros, amigos y familiares
compartieron “Misa y mesa” en una jornada de amistad y compañerismo misionero.
Durante la Eucaristía, monseñor Argüello, habló de la necesidad de “activar la misión «ad gentes»”,
sobre todo en el marco del Mes Misionero
Extraordinario de octubre 2019, convocado por el Papa Francisco para
conmemorar el centenario de la primera encíclica misionera Maximum Illud
(1919), de Benedicto XV.
Como dijo el obispo auxiliar de Valladolid, “la
situación ha cambiado mucho desde entonces”, sobre todo en las iglesias de
vieja tradición, donde ha habido “un extraordinario cambio”.
Para el prelado “esta nueva situación podrá ayudarnos en
la reflexión” y subrayó que “es importante en esta hora de la sociedad y de la
Iglesia anunciar que el Creador es Padre y de ahí nuestra condición de hijos y
hermanos”.
Finalmente, monseñor Argüello afirmó que “la acción
redentora del Hijo nos ayuda a superar fronteras” y subrayó que “en todas las
razas es necesaria la Redención de Cristo”.
También
el anfitrión de “Castilla misionera”, el delegado de misiones de Valladolid, Javier Carlos Gómez Gómez,
invitó a estar atento a las indicaciones de la Iglesia de cara al Mes Misionero
Extraordinario.
En este sentido comentó que mucha gente se fija en lo
que los misioneros hacen y es más importante
fijarse en lo que los misioneros son.
Finalmente,
el director de la revista “Illuminare”, Rafael
Santos, presentó la campaña del Domund de este año,
centrándose sobre todo en los elementos del cartel, destacando la importancia
de que el cambio en profundidad del mundo nazca desde dentro, desde corazones cambiados por Dios.
Fuente: OMP