Una
iglesia católica única diseñada por un carpintero misionero y que refleja la
cultura inuit local
Ian Mackenzie|Flickr|CC BY 2.0 |
Cuando
se fundó el pueblo, como el área era vulnerable a las inundaciones, la mayoría
de los edificios nuevos se construyeron sobre estructuras de pilotes anclados
en el permafrost, que se encuentra a tan solo dos metros bajo el suelo.
El
padre Joseph Adam, pastor de la bisoña localidad, se percató de que construir
una iglesia elevada sobre pilotes no funcionaría.
“Si
construimos una iglesia con campanario y los pilotes empiezan a moverse, se va
a caer”, declaró Adam para el periódico The Evening Day.
Para
encontrar un mejor diseño para la iglesia, Adam consultó al hermano Maurice
Larocque, un miembro quebequés de la Orden de Misioneros Oblatos, que había
llegado al Ártico 30 años antes como carpintero de la misión.
Adam
y Larocque decidieron usar una forma circular para ayudar a mitigar los efectos
del movimiento del suelo a causa del hielo.
“Si
se hunde 15 centímetros en un lado”, afirmó, “no se notará y siempre podemos
volver a levantarlo con el gato para nivelarlo de nuevo”.
El
proyecto encontró algunos problemas cuando, desde las autoridades
gubernamentales, les negaron el permiso de construcción de la iglesia porque no
podían entender los planos amateur del hermano Larocque.
No
obstante, las obras empezaron en el verano de 1958, con lo que atrajeron la
atención de inspectores del Gobierno que intentaron detener la construcción.
Sin embargo, las obras consiguieron salir adelante después de que un ingeniero
estructural contratado por el obispo declarara que la iglesia era “lo bastante
robusta como para durar otros 200 años”.
Siguiendo
los preceptos de frugalidad de la Orden Oblata, se utilizaron materiales
reciclados, incluyendo mangos de palos de hockey, para ahorrar dinero. El
tejado se revistió de aluminio reflectante para imitar los bloques de hielo que
forman los iglús inuits.
La
artista inuit Mona Thrasher recibió el encargo de pintar las Estaciones de la
Cruz dentro de la iglesia, que fue consagrada y dedicada a la Virgen María en
1960.
Se
celebra misa los domingos y de martes a viernes, a no ser que llamen al pastor
para viajar a alguna parte del Ártico. Durante la Navidad, según explica
Wikipedia, se cantan villancicos en gwich’in, idioma de las Naciones Originales
de Canadá, y en inuvialuktun, un dialecto del inuktitut (el idioma inuit),
además de en inglés.
Se
ofrecen visitas guiadas durante los meses de verano en esta Tierra del Sol de
Medianoche. Inuvik, que en la actualidad tiene una población de 3.243 personas,
recibe muchos menos visitantes durante el invierno, cuando el pueblo está
envuelto en constante oscuridad durante 30 días seguidos.
Conocida
como “Iglesia iglú”, la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria en Inuvik,
Canadá, es el monumento más fotografiado de la localidad. Ubicado a tan solo
unos 200 kilómetros del círculo polar ártico, la iglesia fue diseñada a finales
de los años 1950 para reflejar la cultura local del pueblo inuit en el recién
establecido pueblo de Inuvik.
Zelda
Caldwell
Fuente:
Aleteia