Más de 300 años después, el
testimonio de estos mártires del Zenta sigue inspirando a los cristianos del
norte argentino, que rezan por su beatificación, pero independientemente de
ella, siguen inspirándose en su legado misionero
Como
desde hace 25 años, la diócesis de Orán, en Salta, Argentina, recordó con una
emotiva peregrinación a los mártires del río Zenta.
Se trata de dos sacerdotes
y un nutrido grupo de laicos que en el valle del río Zenta, el 27 de octubre de
1683, fueron cruelmente asesinados por aborígenes de la zona.
Cientos
honraron la memoria de los sacerdotes Pedro Ortiz de Zárate y Juan
Antonio Solinas y los laicos que los acompañaban en la misión, en el mismo
lugar que tuvo la masacre, perpetrada por más de 500 aborígenes tobas y
motovíes.