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Hna. Mª. Fuencisla Sanz |
Hemos recibido de nuestra
misionera segoviana Hna. Mª Fuencisla Sanz
esta carta tan interesante donde nos cuenta toda su rica experiencia en
distintos lugares de misión. Te animamos a que leas su testimonio misionero.
Os contaré algo de mi
experiencia misionera. Yo, como veis por mi nombre, soy una segoviana, nacida
en Segovia y educada en el colegio de las Hijas de Jesús. Allí las hermanas me
inculcaron el amor a las misiones y aprendí cómo viven millones de niños en el
mundo.
Muchos viven en guerra otros pasan mucha
hambre e incluso mueren, muchos millones no conocen a Dios, no han oído nunca
hablar de Jesús ni de su Madre la Virgen. Yo daba gracias a Dios y me sentía
muy afortunada de tener unos padres y educadores que me enseñaban sobre Dios y
que todos somos hermanos, aunque vivan muy lejos, sean de otra raza u otra
religión. Cuando terminé mis estudios a los 18 años, entré en la Congregación
de las Hijas de Jesús y a los 24 me enviaron a Filipinas.
Aprendí el inglés y parte del Tagalog y fui muy feliz enseñando a los niños a conocer y a amar a Jesús. Veía mucha pobreza a mi alrededor y me di cuenta de que la mejor manera de salir de la pobreza era dando una buena educación cristiana a aquellos niños y jóvenes, pues luego se convertían en buenos profesionales, útiles a sus familias y a la sociedad.
Aprendí el inglés y parte del Tagalog y fui muy feliz enseñando a los niños a conocer y a amar a Jesús. Veía mucha pobreza a mi alrededor y me di cuenta de que la mejor manera de salir de la pobreza era dando una buena educación cristiana a aquellos niños y jóvenes, pues luego se convertían en buenos profesionales, útiles a sus familias y a la sociedad.
Cuando tenía 42 años, mis
superioras me enviaron a Bolivia. Un país también muy pobre. Aquí trabajamos
con la Institución de Fe y Alegría, lo cual nos permite recibir en nuestros
colegios a los niños y niñas más pobres. Ya llevo 24 años dando clases a los
niños y jóvenes. Cinco de esos años los he pasado en un lugar que se llama
Isoso, cerca de Paraguay.
Es una zona donde viven los
guaraníes. Allí la carretera es de tierra y cuando llueve mucho se hacen unos
pozos que no permite pasar las movilidades y hay que esperar a que deje de
llover y se seque. Solo entra el autobús tres veces por semana. El agua llega a
la comunidad con un motor que se estropea con frecuencia. Hace mucho calor y el
agua es muy importante para todo. Sólo hay un teléfono para todo el pueblo y no
llega la televisión ni hay cobertura para móviles. No hay electricidad. Pero
hemos vivido felices y una se convence de que se puede vivir feliz sin tantas
cosas.
Los niños del Isoso son
niños felices dando patadas a una lata, haciendo volar cometas o columpiándose
en la rama de un árbol. Allí tenemos un colegio de Fe y Alegría de donde ya han
salido 15 promociones de bachilleres que después siguen estudiando en
Universidad, en la Normal o en algún Instituto. En el colegio ya tenemos
algunos profesores que han sido nuestros alumnos.
Este año me han destinado a
la ciudad de Potosí que está a 4.070 metros sobre el nivel del mar. Fue un gran
cambio para mí, pues de pasar muchos años en lugares llanos y de mucho calor,
he venido a un lugar de mucha altura y de mucho frío. Pero aquí también está
Jesús y me acompaña cuando voy y vengo del colegio por unas calles que son
cuestas muy empinadas y no se puede correr, porque el corazón late a mucha
velocidad y hay que caminar muy despacito, cuando es subida.
Es como una aventura cada
día y cuando llego al colegio y veo a los niños y niñas que se me acercan a
saludarme y a abrazarme, se me olvida todo lo que he caminado. Es muy divertido
escuchar preguntas como estas: ¿Por qué eres tan blanca? ¿Por qué tienes tu
pelo blanco? Algo muy bonito que tenemos en este colegio es la integración de
otros niños con capacidades diferentes. En 4º de Primaria tenemos cuatro niños
sordomudos. En 5º hay una niña que escribe con mucha dificultad, pero lo que no
puede escribir pregunta si puede dibujarlo y hace unos dibujos muy expresivos
en los que dice todo lo que piensa. Es muy educadita y encantadora.
En otros cursos hay niños con retraso mental