Desde Argentina, donde trabajan varios misioneros segovianos, hemos recibido estos testimonios de personas cercanas al Papa Francisco y creemos que pueden ayudar para conocer un poco más el regalo que el Espíritu Santo ha concedido a su Iglesia, en la persona del nuevo Papa Francisco.
Francisco, un testimonio de entrega despojada
Víctor Manuel Fernández ~ Marzo 14, 2013- Rector
Universidad Católica Argentina-
La renuncia de Benedicto XVI y la elección
del cardenal Bergoglio como nuevo Papa tienen algo en común y transmiten
un mensaje realmente novedoso. El primero renunció al poder cuando hoy es
poco común que alguien diga en público que no está en condiciones de gobernar. El
segundo resulta elegido cuando eran otros los que tenían amplias
posibilidades y respondían mejor a determinados intereses terrenos.
No hizo campaña ni tenía conexiones importantes que
le aseguraran un apoyo suficiente Eso muestra que la Iglesia, siendo una
institución acostumbrada al poder durante siglos, es capaz de trascender las
lógicas del poder, y esto es una buena noticia, que la acerca un poco más a
la figura de Jesucristo.
Me asombra cuando escucho determinadas sospechas
acerca de su comportamiento en la dictadura, porque cualquiera que lo
conozca sabe que él tuvo siempre la convicción de que la Iglesia debía
mantenerse lejos de los espacios de poder tanto civiles como militares.
En
todo caso, algunos le reprochan no haber aprovechado mejor las posibilidades que
tuvo en orden a obtener más beneficios para la Iglesia. Esto me contaba ya hace
casi treinta años el padre Pablo Tissera, un jesuita progresista que lo
conocía de cerca.
Nadie puede negar su austeridad, su pobreza
personal, su cercana sencillez, que no son fingidas, porque son un
comportamiento sostenido a lo largo de toda una larga vida. Seguramente, esta opción por
parecerse a Jesucristo en su pobreza, le llevará a procurar que toda la Iglesia
siga ese camino: ser un testimonio de entrega despojada.
Francisco es un Papa
latinoamericano con buena formación, amplia cultura, sólidas convicciones, y
al mismo tiempo capacidad de diálogo y amplitud de miras. Pero, más allá de
sus condiciones personales, los católicos creemos que ahora lo ha cubierto y
fecundado una luz sobrenatural que le permitirá ser padre universal y pastor de
toda la Iglesia.
Creemos que tiene una
asistencia especial del Espíritu Santo que no pertenece al orden meramente
terreno, y que le permite ir más allá de las tendencias culturales actuales, de
la moda del pensamiento posmoderno, de las ideas que corren frenéticamente por
los medios, las películas, la publicidad o las presiones de organismos
internacionales.
Por eso, el Papa nos ayuda a
mirar en la realidad lo que muchos no pueden comprender, aunque lo que él nos
diga sea contracultural, aunque desconcierte, aunque rompa los propios
esquemas. El Papa Francisco seguramente nos aportará todo eso, pero al mismo
tiempo –no lo dudo– nos ayudará a descubrir el rostro cercano de Dios, su misericordia
de Padre de todos, su amor incondicional.
Bergoglio, mi rabino
Sergio Bergman ~
Marzo 14, 2013
Bergoglio
fue designado como nuevo Papa y asume la figura de Sumo Pontífice como
Francisco. Un punto de inflexión en la historia de la Iglesia, de la Argentina
y, confío, ¡también lo será del mundo!
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Pero
más allá de todas las consideraciones de su figura y su obra, hay un aspecto de
su persona en la que muchos nos nutrimos de su ser en valores y de su hacer con la coherencia de sus
acciones.
Rabí
es
maestro. Así fue denominado Jesús. En este rol y función nos lo presenta el
Evangelio.
Bergoglio
es maestro.
Fiel a mi raíz judía y mi vocación rabínica, dentro de mi comunidad de origen y
en la comunidad de destino que es la sociedad argentina toda, encontré en quien
fue ungido Sumo Pontífice a un
maestro que me escuchó, me orientó y aconsejó sobre cómo desplegar mi vocación
de servir, tanto al Creador como a sus criaturas en el desafío
del bien común.
Desde
su prólogo en mi libro Argentina
ciudadana, hasta sus prédicas en las solemnes festividades en el
Templo de la calle Libertad, cada
encuentro, cada instante de su presencia fue una referencia.
Siempre
destaco su vocación de rabino. Como cardenal primado enseñó a recuperar la raíz judía de la
cristiandad y proyectó desde la Iglesia la dimensión universal
de escribir, en la prosa de los días, esa poesía de quien para poder ver
transformada la realidad debe seguir las enseñanzas de este pastor de almas, mi
maestro, rabino, amigo que me dio el ejemplo de creer para poder ver.
En la admiración y gratitud por su
enseñanza, elevo mi corazón en oración para que el logro de esta nueva
dimensión, ser un nuevo faro desde el Atalaya, con su visión inspirada en el
Padre de todos, nos guíe, como sus hijos y hermanos que somos, a un mundo
mejor.
Dios nos hizo un gran favor
Jorge
Santos ~ Marzo 14, 2013- Periodista Argentino
Un
matrimonio de inmigrantes italianos compuesto por Mario Bergoglio, un
empleado ferroviario; y Regina,
un ama de casa, tuvieron cinco hijos.
Uno
de ellos, llamado Jorge
Mario, nacido el 17 de diciembre de 1936, se recibió de técnico
químico en la escuela secundaria industrial E.N.E.T Nº 27 ‘Hipólito Yrigoyen’.
A
los 21 años de edad se ordenó sacerdote, el 13 de diciembre de 1969, en la Compañía de Jesús
donde estudió Humanidades y obtuvo una licenciatura en Filosofía.
El
cura Jorge, un jesuita moderado, llegó a ser arzobispo de Buenos Aires, el 28
de febrero de 1998.
Más
tarde, el 21 de febrero de 2001, por decisión de Juan Pablo II fue
designado primado de la Argentina, vale decir jefe de la Iglesia Católica en el
país.
Doce
años después, el 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio, a los 76 años de
edad, fue elegido el Papa número 266 de la Iglesia Católica.
El
nuevo Sumo Pontífice eligió llamarse ‘Francisco’ en honor a uno de los santos
más célebres de la Iglesia, San
Francisco de Asís.
Este
santo italiano se caracterizó por su vida religiosa austera y pobre, aunque fue
hijo de ricos.
Bergoglio,
Su Santidad Francisco, al igual que su santo inspirador, cultivó siempre una vida alejada de
los lujos. Viajaba en subte o en colectivo. Habitaba hace años
un departamento muy simple en el edificio de la Curia, cercano a la Catedral de
Buenos Aires. Él mismo se hacía la comida y sufría o disfrutaba de los
encuentros de su equipo favorito, San Lorenzo de Almagro.
Es un férreo luchador contra la pobreza. Quería que lo llamaran padre y no cardenal. Siempre quiso estar alejado del poder político y de todo lo mediático.
El
primer pontífice de la historia de la Iglesia Católica que procede de
Latinoamérica, elegido en una votación en la que participaron 115 cardenales
electores congregados en la Capilla Sixtina es de carácter reservado, sensible
pero firme.
Al
Papa Francisco le gusta mezclarse con la gente y en su primera alocución hasta
se permitió bromear al decir “parece
que los cardenales me vinieron a buscar al fin de mundo“.
Su
designación como nuevo Papa, de 1.200 millones de católicos romanos en todo el
mundo, significa para la Argentina una bocanada de valores en un territorio
donde estos se hicieron trizas.
Dios
seguramente tiene mucho trabajo para ser argentino, pero al escoger a Jorge
Bergoglio, como sucesor de Pedro, le acaba de hacer un gran favor, al menos, a
buena parte de la sociedad argentina.
A esa sociedad, que
atraviesa una crisis importante, le demuestra:
Que no es necesario ser
corrupto para tener poder.
Que el amor y el diálogo
sirven más que el odio y la división entre hermanos.
Que se debe predicar con el
ejemplo.
Que no es honesto ser rico
a costa de los pobres.
Que no es necesario usar a
los pobres para ganar poder o querer eternizarse en él.
Que no se necesita ser
demagogo para ser elegido y seguido de fanáticos por convicción o conveniencia.
Que la vida es una rueda
que gira y vuelve a pasar delante de uno en algún momento.
Que aquel que ayer evitaste
porque decía verdades que no querías oír, hoy puede acceder a un espacio por el
que irremediablemente deberás pasar.
Que la verdad, siempre
vence a la mentira.
Que la honradez hace digna
a las personas y con ese privilegio la conciencia goza.
Que el poder es efímero.
Que nadie es
imprescindible.
Que 265 Papas han estado
antes que Jorge Bergoglio y otros lo seguirán mientras se respeten las
instituciones.
Que las leyes de Dios y de
las Repúblicas fueron hechas para ser cumplidas.
El verdadero poder es el servicio
Liliana
Negre de Alonso ~ Marzo 14, 2013 Diputada Nacional
por San Luis
Estamos
viviendo momentos históricos para la Iglesia, que en sus 2000 años tiene por
primera vez un Papa americano.
El
Santo Padre Jorge Mario
Bergoglio en su larga trayectoria, como fiel representante de
su congregación la
Compañía de Jesús, seguramente desarrollará su labor en el
marco del lema Ad maiorem
Dei gloriam (“A la mayor gloria de Dios”).
Su
labor pastoral se ha caracterizado por su austeridad, su ecuanimidad y su lucha
permanente por los más necesitados. En este sentido, ha manifestado que los derechos humanos se violan
también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y de condiciones
económicas injustas que originan las grandes desigualdades. Ha
enviado siempre un mensaje alentador pregonando que no se puede bajar los
brazos llevados por la desesperanza.
Tengo la plena convicción que Francisco I, el papa
argentino, ejercerá la jefatura de la comunidad católica bajo la premisa que ha
orientado su vida: que el
verdadero poder es el servicio -por los otros y para los otros.