La situación
humanitaria es precaria
«Si se sigue ignorando el problema de Sudán del Sur, la ola de refugiados
que llegan a las costas europeas podría incrementarse mucho».
Así lo advierte
en un comunicado Mons. Barani Eduardo Hiiboro Kussala, obispo de Tombura-Yambio
y Presidente del Inter-Faith Council for Peace Initiative (ICPI) en la Greater
Western Equatoria.
Mons. Kussala ha dirigido su llamamiento a la comunidad internacional para que
«continué jugando su papel clave en persuadir al Presidente
Salva Kiir y al ex Vice Presidente Riek Machar para que regresen a la
mesa de las negociaciones y para que pongan el práctica en
acuerdo para compartir los poderes que se firmó en agosto del año pasado».
Los
nuevos combates entre las facciones de Kiir y Machar que han estallado en julio
han obligado a éste último a huir de la capital Juba. Machar que, según los
acuerdos de agosto de 2015, se convirtió en el primer vicepresidente, ha sido
destituido de su cargo. Su lugar lo ha tomado Taban Deng Gai, un miembro de la
formación de Machar (SPLA-IO) que ha pasado al campo de Kiir.
La
situación humanitaria en Juba y en el resto del país es precaria,
y son las organizaciones católicas y de otras denominaciones cristianas las que
se están haciendo cargo de la mayor parte de la emergencia.
«Con
la ayuda internacional y la de la Iglesia Católica y los demás miembros del
South Sudan Council of Churches, de agencias como Cafod y Trocaire, Caritas, y
otras agencias humanitarias, ayudamos a la población a sobrevivir, y podemos
asegurar que nuestro país tenga un futuro» afirma Mons. Kussala.
El
Obispo señala que Sudán del Sur es potencialmente muy rico, no sólo
de petróleo sino también de diferentes minerales y tiene una importante
producción agrícola. Pero el conflicto, causado por «una
pequeña minoría» impide que el país se desarrolle. La tragedia de Sudán del Sur
se pasa por alto en los medios de comunicación por los ataques terroristas en
Europa y en otras partes del mundo, pero Europa, concluye Mons. Kussala, no puede ignorarlo
porque de lo contrario se verá abrumada por una nueva ola de refugiados.
Fuente: FIDES