Desde la llegada de Xi
Jinping al poder en 2013 se ha incrementado la persecución contra los católicos
chinos, aún más tras el acuerdo con la Santa Sede para la designación de
obispos

“Las autoridades no podían elegir un
período mejor, el de antes de Pascua, para estas medidas. En este período
meditamos a menudo sobre la Pasión de Jesús y la traición de Judas por 30
denarios. El gobierno de Guangzhou quiere
transformar a todos los ciudadanos en pequeños Judas”, comentó un sacerdote local a
Asia News.
Los principales destinatarios de las medidas
con las comunidades
protestantes, muy florecientes en la ciudad, a quienes se les
han arrebatado iglesias que han sustituido por reuniones en casas particulares.
Pero los fieles católicos
saben que se aplicarán también a ellos y a otros grupos religiosos, y que
pueden extenderse fuera de Guangzhou.
El nuevo reglamento, aprobado el mes de
febrero, prevé multas,
arrestos e incautación de edificios donde se realicen
actividades religiosas no sometidas al control de la Oficina de Asuntos
Religiosos.
"En China vivimos una atmósfera como
la del Gran Hermano",
confiesa una cristiana recién bautizada.
Mayor
premio a mayor "calidad" de la información
El reglamento con las "medidas"
se divide en cinco capítulos. El primero explica las normas generales. El
segundo establece las formas de delatar (teléfono, escrito "lo más
específico y detallado posible", en mano...) y asegura "la máxima reserva".
El tercero establece los hechos
denunciables: “Promover, apoyar y financiar el extremismo religioso; usar
la religión para dañar la seguridad nacional, la seguridad pública, amenazando
la unidad nacional a través de la secesión y el terrorismo; violar los derechos
civiles y democráticos; poner en peligro el orden social; violar la propiedad
pública y privada”. También puede denunciarse a quien organice sin autorización
"formación religiosa, conferencias o peregrinaciones”. Esto incluye las clases de catecismo que
puedan dar los padres a sus hijos menores de edad, pues está
expresamente prohibido hasta los 18 años.
En cuanto a los premios por ofrecer
información contra terceros, depende de si se aportan "indicios"
(1000-3000 yuan) o "pruebas" (3000-5000 yuan) o si además se
"ayuda" activamente en la investigación (5000-1000 yuan). Se
establece que la recompensa solo
se dará al primero que ofrezca la información, para lo cual se
obligará a registrar con fecha las delaciones.
Los últimos dos capítulos explican la
forma en la que se decidirán y entregarán las recompensas, que financian las autoridades locales.
Fuente:
ReL