“La
discriminación religiosa contra las minorías es, por desgracia, muy común en
Pakistán”
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La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia
Necesitada (ACN) informó que el cristiano Nadeem Joseph fue asesinado por vivir
en un barrio musulmán en Pakistán, un episodio que se suma a la larga lista de
ataques contra los cristianos en el país del sur de Asia donde el islamismo es
la religión mayoritaria.
ACN indicó el
12 de agosto que “el asesinato de Nadeem Joseph ha dado pie a
numerosas protestas por parte de la comunidad cristiana. Algunos lo comparan
con el caso de George Floyd en los Estados Unidos”, el afroamericano de 46 años
que fue asfixiado por un policía en Minnesota a fines de mayo, un caso que
generó diversas protestas en el país y en distintos lugares del mundo.
“Es
terrible. Conozco a la familia de Nadeem porque es una de las que sobrevivieron
el ataque terrorista a la iglesia de Todos los Santos en 2013, donde
fallecieron otros miembros de la misma familia”, dijo a ACN Qamar Rafiq, un
conocido de la familia del cristiano asesinado.
“Este
nuevo ataque contra la familia de Nadeem pone de manifiesto la vulnerabilidad
de los cristianos en Pakistán y la facilidad con que pueden ser atacados”,
lamentó.
Rafiq
explicó que en mayo de este año Nadeem compró una casa en “TV Colony en Swati
gate Peshawar, vivía con sus dos hijos, su esposa y su suegra. La familia de
Nadeem fue hostigada y amenazada en repetidas ocasiones por Salman K., un
vecino musulmán que quería obligarle a abandonar la vecindad y mudarse a otro
lugar, ya que este lugar no ‘era para cristianos sucios’”.
“El
4 de junio, Salman y sus hijos amenazaron una vez más a la familia de Nadeem y
les dijeron que abandonaran el vecindario en las próximas 24 horas o que
estuvieran listos para enfrentar las graves consecuencias por haberse mudado a
un barrio musulmán”, dijo Rafiq.
Nadeem
informó a la policía sobre las amenazas, pero antes de que llegaran los
agentes, Salam abrió fuego contra Nadeem y otros dos miembros de su
familia que fueron a rescatarlo. Nadeem recibió tres impactos de bala.
“Los vecinos, después de escuchar los
disparos, cerraron sus puertas y nadie se acercó para ayudar a los heridos o
para llamar a los servicios de emergencia”, agregó Rafiq. Después de varias
cirugías en el hospital Lady Reading, Nadeem Joseph murió el pasado 29 de
junio, día en que la Iglesia recuerda a San Pedro y San Pablo.
Mons.
Joseph Arshad, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Pakistán,
pidió en un comunicado que las fuerzas del orden hagan todo lo posible para
llevar ante la justicia al culpable del asesinato de Nadeem.
“Este
caso es una clara violación de los derechos humanos y va contra la ley, por lo
que no puede quedar impune”, indica el comunicado en el que también se pide
proteger a la familia de Nadeem, ya que sus vidas están una vez más en peligro.
Joel
Amir Sahotra, exmiembro de la Asamblea Provincial de Punjab y líder de la
comunidad cristiana, explicó a la sede portuguesa de ACN que “la discriminación
religiosa contra las minorías es, por desgracia, muy común en Pakistán”.
“La
gente no está dispuesta a alquilar sus propiedades a los no musulmanes”.
“Incluso dicen abiertamente que los no musulmanes no pueden entrar en ellas”.
“Es como en la Edad de Piedra”, denunció.
“¿Qué
clase de mentalidad es esta? Realmente, no tengo respuesta. No sé si la gente
de Occidente puede entender la situación tan difícil que afrontamos aquí debido
a la religión”, concluyó.
El drama de los cristianos en Pakistán
Actualmente
en Pakistán, país de mayoría musulmana, las minorías religiosas están expuestas
a asesinatos y abusos por parte de fanáticos islámicos.
Además
persisten los atropellos cometidos a través de la ley de blasfemia, una norma
que en la práctica permite a un musulmán acusar a un no musulmán de insultar o
no respetar a Mahoma, el Corán o el islam, con nada más que su testimonio. Las
penas pueden llegar hasta la condena a muerte.
Según
el Centro para la Justicia Social, más de 1.500 personas, la mayoría de ellas
cristianas o miembros de la minoría musulmana ahmadí, fueron acusadas de
blasfemia entre 1987 y 2017 y al menos 75 personas fueron asesinadas.
En cuanto a los matrimonios forzados, el
caso más reciente es el de Huma Younas, una joven cristiana de Pakistán que a
los 14 años fue secuestrada por Abdul Jabbar el 10 de octubre de 2019, un
musulmán que la forzó a convertirse al islam y a casarse con él.
El 4 de noviembre del 2014 una pareja de
esposos cristianos fallecieron luego de ser quemados vivos por una turba de
unos 100 musulmanes. Los jóvenes padres de cuatro hijos menores de siete años,
Shama Bibi de 28 años -que estaba embarazada- y Shahzad Masih de 32 años,
fueron golpeados y empujados a un horno donde se cuecen ladrillos.
El caso más emblemático de privación de
libertad bajo acusación de blasfemia es el de Asia Bibi, una madre de cinco
hijos que fue “prisionera del fanatismo”; falsamente acusada de blasfemia en el
2009 en una discusión por un poco de agua y sentenciada a muerte en la horca.
Estuvo detenida hasta octubre de 2018, cuando se revocó su condena; sin
embargo, no fue hasta mayo de 2019 que pudo salir de Pakistán y ahora vive
exiliada en Canadá.
La intolerancia religiosa afecta la vida
diaria de los cristianos también en los centros educativos, en donde por miedo
a los abusos los padres cristianos se ven obligados a ponerle nombres islámicos
a sus hijos para protegerlos.
En Pakistán, la mayoría de cristianos son
“analfabetos”, “no conocen sus derechos” y “son demasiado pobres” para cubrir
gastos legales que les permitan llevar sus casos a los tribunales, dijo la
abogada católica de Huma, Tabassum Yousaf a ACN en 2019.
Además, los abogados de los cristianos en
Pakistán también son víctimas de ataques, amenazas de grupos extremistas
islámicos, así como abandono y aislamiento, por lo que evitan tomar casos de
cristianos acusados de blasfemia.
Incluso los jueces tienen miedo y, en la
gran mayoría de los casos, aceptan las pruebas condenando a la persona acusada
de blasfemia.
Fuente:
ACI