Después de conocer a Adela y sus amigos de
escuela (vídeo promocional de la campaña de este año de infancia misionera), los
niños "viajaron" en un avión muy especial hasta Brasil, Honduras y la selva de
Venezuela. Allí conocieron a un montón de niños que hacen lo mismo que todos los
niños de Segovia: van a la escuela, ayudan a sus mamás y papás, estudian para
los exámenes, juegan con los amigos, comparten las meriendas en el recreo...
Los 40 niños y niñas que participaron en la charla preguntaron mucho, porque
las curiosidades infantiles son inagotables. Se interesaron por las comidas, los
vestidos y que juguetes les gustaban mas. Si tenían agua en casa y como eran los
tejados. El último viaje fue de vuelta a Segovia, donde se comprometiron a meter
un montón de cosas en sus mochilas para llevar a los niños cuando fueran
mayores.
Divididos en grupos pintaron unos murales que adornarán los salones
y la iglesia de San Lorenzo en estos días. Y como todo esfuerzo tiene su
recompensa, el final de la tarde se cerró con una merienda compartida donde los
niños y niñas disfrutaron mucho, rieron, brindaron con refrescos e imaginaron
viajes alucinantes alrededor del mundo.