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14 de octubre de 2014

DESDE GUINEA CONAKRY, UN MISIONERO SALESIANO ESPAÑOL CUENTA CÓMO HACEN FRENTE AL ÉBOLA

"Aquí en Guinea se cuenta con unos 778 fallecidos, pero no ha estallado el pavor español"

OMPRESS-GUINEA CONAKRY  Rafael Sabé, misionero español en Guinea Conakry, es miembro del Grupo de Prevención Anti Ébola de la región de Siguiri, grupo que reúne a los representantes de las autoridades civiles, sanitarias, empresariales y religiosas de la zona. Misionero desde 1992, vive de primera mano la epidemia del ébola en uno de los países contagiados. 

En una entrevista concedida a Obras Misionales Pontificias de España, explica cómo están viviendo la epidemia del Ébola en el país, y cómo se ve desde África la reacción de España. El salesiano afirma que en Siguiri rezan por Teresa Romero, y reivindica que el amor puede superar el miedo.

El misionero explica las claves que han hecho que Guinea Conakry sea uno de los países afectados que mejor está controlando el virus. Cuenta que “en la región de Siguiri, el Prefecto ha creado un grupo de prevención contra el virus del Ébola. Hay que prevenirlo creando las condiciones que dificulten su transmisión, como informando y facilitando el lavado de las manos por toda la ciudad. Este grupo lo forman las fuerzas vivas de una región: las autoridades locales (alcaldes, diputados), las autoridades sanitarias (doctores, enfermeros), los representantes de la policía, representantes de empresas y las autoridades religiosas -como son el imán para los musulmanes y un sacerdote para los cristianos-. En este sentido yo soy el representante cristiano en la región de Siguiri. Este grupo sigue directamente la evolución del ébola en la región. Tenemos reuniones periódicas para reflexionar conjuntamente las soluciones a adoptar”.

También cuenta que es difícil para la población aceptar el virus, porque “para atacarlo hay que detectar a los enfermos, aislarlos totalmente y en caso de fallecimiento, hay que enterrarlos directamente. Y esto provoca una oposición en la población. En la tradición africana la muerte es uno de los momentos más importantes de la vida del hombre. Es necesario honrar a nuestros difuntos. Conozco una familia que en las ceremonias funerarias perdió a nueve miembros por el ébola y varios se contagiaron, pero se han curado. Es por esto que el Grupo de Prevención hace su trabajo de sensibilización. Pero a pesar de todo aún hay contagios, aquí en dos semanas hemos tenido cinco casos. Desde mediados de agosto no habíamos tenido ningún caso. Parecía que se había dominado, pero el desplazamiento de la población ha provocado un volver a comenzar.

Rafael Sabé transmite el deseo de los guineanos de que Teresa Romero se restablezca rápidamente. “Hoy en la Eucaristía han rezado por ella. Como dice el slogan, Teresa somos todos. A ella, queremos decirle: Teresa: desde Siguiri recibe nuestro apoyo”. Comenta que la gente en África “se sorprende de la reacción de pánico que existe en España. Aquí en Guinea se cuenta con unos 778 fallecidos, pero no ha estallado el pavor español. Es cierto que en África se vive muy de cerca el sufrimiento y esto crea carácter. Hace unos días enterré a una niña de cinco años muerta de paludismo. Los hermanos de la niña estaban todos presentes. Había lágrimas de dolor en el entierro, lágrimas de amor, pero no desesperación”.

Este misionero salesiano admira “a los médicos africanos que, con poca protección, se acercan a los enfermos. Hoy mismo le he dicho a un médico responsable de la lucha contra el virus, cuídate, no te fíes”. Por eso el centro de primeras curas que tienen, al enfermero, a la enfermera y a la comadrona que tienen les dice: “Atención a los enfermos que tienen fiebre. No se te ocurra tocarlos sin guantes y si crees que es ébola llama al equipo de médicos especialistas de inmediato”.

Rafael Sabé concluye recordando el testimonio admirable de los misioneros que han fallecido.


 Fuente: OMP