Logró obtener el título de maestro y en 1976, fundó un equipo de fútbol
llamado The Mbahe Eleven Computers, como herramienta para la educación y la
evangelización. Sin embargo, el equipo comenzó con varias derrotas y varios
miembros buscaron un hechicero para cambiar la suerte del grupo. Esto
llevó a Benedict a retirarse del equipo.
Fue nombrado director de una escuela y siempre ayudó a los necesitados, era
reconocido por su vida de oración, su generosidad y bondad; rasgos que también
demostró con su esposa y sus ocho hijos.
Martirio
En 1990, tras
una serie de fuertes temporales en su aldea, la mayoría de los habitantes pensó
que estos fenómenos se debían a la brujería. El consejo de ancianos decidió
consultar a un curandero y pidió a todos un pago para la consulta. Benedict
respondió que los relámpagos eran un fenómeno natural y que su fe
católica le impedía pagar a un brujo lo que suscitó la ira de
muchos.
El 2 de febrero de 1990 el auto en el que viajaba Benedict fue detenido en
una emboscada. Consiguió huir a pie, se escondió en una casa. Ante la amenaza de
matar a la mujer que lo escondía, Benedict se entregó a sus asesinos
diciendo: “Padre recibe mi espíritu”.
Fue asesinado a cuchilladas, le abrieron el cráneo a golpes y cubrieron su
cuerpo con agua hirviendo para comprobar que efectivamente había
muerto.