El misionero Mons. Ángel Floro Martínez, obispo de Gokwe, Zimbabwe, celebró hace
unos días en su tierra natal de Albacete, sus bodas de oro como sacerdote. Fue
una celebración de Acción de Gracias por sus cincuenta años de Ordenación
Sacerdotal y Vida Misionera, que tuvo lugar el pasado 30 de agosto, junto a
familiares, amigos, compañeros y hermanos sacerdotes.
Don
Ángel les hizo participes a todos de su alegría y satisfacción por este regalo
que ha sido su vida, que como él mismo resaltó, colmada en
abundancia.
“Fue
un día hermoso para la Iglesia de Albacete, donde nos sentimos unidos en la
Misión junto a nuestro obispo Don Ciriaco Benavente Mateos y Don José Valtueña
Gregorio, párroco de Ayna, además de veintiséis sacerdotes, tanto de nuestra
diócesis, como de la diócesis Gokwe, que quisieron acompañarle en este día”,
manifiestan desde Albacete. El Templo lucía en sus paredes, a través de imágenes
toda una vida de entrega generosa a los demás.
En
la homilía, Mons. Ángel Floro señaló que las palabras del Papa Francisco que
dijo con motivo del DOMUND 2014: “La Misión es una pasión por Cristo, por el
Evangelio y por el pueblo, son las que mejor describen mis 50 años de sacerdote
y misionero en África y las que han dado sentido a mi vida llenándola de gozo y
alegría”.
Recordó
también el lema elegido en su ordenación sacerdotal, “que es el lema del Buen
Pastor: Yo he venido para que tengáis vida y vida en abundancia (Jn 10, 10). La
proclamación del Evangelio para el misionero es la oferta de la vida en su
totalidad, en su integridad: la misión siempre empezó por la construcción del
hospital y de la escuela, y en último término con la casa del cura y la Iglesia.
Así, en esta pequeña diócesis de Gokwe, tenemos tres hospitales y 18 colegios de
primaria, secundaria y bachiller, algunos con 1000 alumnos”.
Hizo
alusión a lo que le decía el Papa Francisco en una carta de felicitación que le
dirigió: “cinco décadas de hermosas memorias, querido hermano, no pueden pasar
en silencio o desapercibidas, deben ser celebradas. Es lo que hicimos con mi
querido pueblo de la diócesis de Gokwe y lo que estamos haciendo hoy con esta
hermosa celebración eucarística”.
Y
finalizó su homilía precisamente con estas palabras del Papa Francisco al final
de su carta: “por estas cosas maravillosas, querido hermano, profundamente te
felicito por la celebración de tus 50 años de sacerdocio y tomamos esta
oportunidad para darte las gracias por todo lo que has hecho, para vosotros y
nosotros pedimos a Dios todo bien, a la vez que imparto de corazón la Bendición
Apostólica a ti, a los sacerdotes y a todos tus seres queridos. Como veis todos
estáis incluidos. Que el Señor nos bendiga a todos”.
Fuente: OMPRESS