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26 de julio de 2017

VENEZUELA: LA IGLESIA CRECE A PESAR DEL ASEDIO OFICIALISTA

El cardenal Jorge Urosa ordenó siete nuevos sacerdotes para trabajar con los más necesitados y olvidados de Caracas

La iglesia católica no deja de ser un signo de esperanza para todos los ciudadanos, especialmente entre los más pobres y necesitados de Venezuela. A pesar de la crisis social, política y las diferentes formas de asedio sufridas durante casi 19 años por parte del régimen socialista: amenazas, impedimentos a Cáritas para el ingreso de ayudas, robos en templos y capillas, entre otros, el mensaje por un futuro mejor y el accionar piadoso y caritativo de la iglesia siguen vivos y más comprometidos que nunca.

Así quedó demostrado este 22 de julio, cuando fueron ordenados siete nuevos presbíteros en Caracas: Gabriel Crespo, Humberto Figueroa, Luis García, Alejandro Keri, Mario Mardueño, Miguel Ángel Morales, y Jesús Sánchez, procedentes de las parroquias y zonas pastorales más carenciadas de la capital venezolana.

“Estas ordenaciones son un signo de lo que Dios quiere para Venezuela que es la reconciliación entre compatriotas. Es un llamado a no desmayar en la búsqueda de la paz y tranquilidad para el país”, dijo Sofía Negreda, una creyente que se dio cita en la iglesia “Nuestra Señora de Chiquinquirá”, en Caracas, este 22 de julio.

La alegría de estas nuevas ordenaciones también fue compartida por el cardenal Urosa y sus obispos auxiliares, junto al cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo de Mérida, y monseñor Raúl Biord Castillo, obispo de La Guaira. Urosa y Porras se formaron juntos y están por celebrar cincuenta años de ordenación sacerdotal. Luego de muchos años, saben que la nueva simiente de pastores debe estar comprometida, no solo con Dios y las autoridades religiosas, sino con los más pobres y olvidados.

De allí que el primer llamado de Urosa Savino para los nuevos sacerdotes fue a ser hombres santos. “El sacerdote debe ser un dechado de santidad”, dijo. Este aspecto, a semejanza de Jesucristo, debe motivar al sacerdote a tener un corazón lleno de amor a Dios y estar al servicio del prójimo, sostuvo el Primado de Caracas.

“La gente espera, con sobrado derecho y razón, que el sacerdote sea ‘un hombre de Dios’, y por ello, debe ser una persona amable, buena, generosa, educada, cortés, caritativo y servicial que acoja con bondad y afecto a todos, especialmente a los pobres y necesitados”, describió en el templo más grande de la metrópolis.

¿Debe tener un sacerdote su corazón en la bóveda de un banco?

“La identificación con Jesús nos lleva también a tener una actitud de pobreza evangélica”, expresó dirigiéndose no solo a los nuevos sacerdotes sino a todo el presbiterio caraqueño. “Aunque no tengamos el voto de pobreza, los sacerdotes diocesanos estamos llamados a imitar al Señor, quien siendo rico se hizo pobre”, aseguró sostenido en una cita del libro Hechos de los Apóstoles.

“Hemos de tener nuestro tesoro no en las bóvedas de un banco, sino en el cielo, porque donde está nuestro tesoro allí estará nuestro corazón”, dijo el arzobispo de Caracas. Añadió que “la generosidad, el desinterés, el desprendimiento, la indiferencia ante las cosas materiales, nos asemejan a Jesús, y nos liberan de la esclavitud del dinero, de la tentación el becerro de oro”. Acotó que estando libres de la ambición y la codicia, se puede “tener un corazón libre para servir a los pobres”.

El cardenal Urosa recordó que la Iglesia de Caracas está constituida mayormente por hermanos poco pudientes, por gente necesitada y comunidades muy pobres en las barriadas populares. “A ellos debemos atenderlos con cariño, con gran ardor apostólico, con generosidad, para llevarles el anuncio del Evangelio, como lo hizo el Señor, el Mesías, que evangelizó a los pobres”, señaló.

El Vaticano está atento

En otro orden de ideas, el arzobispo de Caracas acerca de la Asamblea Constituyente, expresó que “el pueblo venezolano lo que quiere es bienestar, paz, reconciliación y entendimiento, eso es lo que el Gobierno debería promover, no la división, discordia, escasez, carestía e inseguridad que es lo que estamos viviendo en el país”.

Indicó que en el país no hay ninguna soberanía alimentaria. “Aquí lo que hay es una incapacidad del Gobierno de asegurarle la comida al pueblo venezolano”. Pero también está “el problema de la salud que hay en los hospitales”; además de “los asesinatos y secuestros que está sufriendo el pueblo de Venezuela”.

Este domingo 23 de julio, durante su intervención en un canal de televisión de Caracas, el cardenal Jorge Urosa Savino, reveló que “el Vaticano está a la orden cuando se den las condiciones claras y garantías seguras para que se haga una buena negociación que resuelva esta crisis política, social y económica del pueblo venezolano”.

Ramón Antonio Pérez

Aleteia Venezuela