Según la Organización Mundial de la Salud, cada año el paludismo acaba con
la vida de medio millón de personas que podrían ser curadas si tuvieran acceso
al tratamiento médico adecuado
El paludismo, o malaria, es una enfermedad
potencialmente mortal causada por parásitos que se transmiten al ser humano por
la picadura de mosquitos hembra infectados del género Anopheles.
Se trata de una afección en principio prevenible y
curable, pero que según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
cada año acaba con la vida de medio millón de personas en
países donde debido a la pobreza, la falta de asistencia médica y la escasez de
agua corriente, se desencadenan epidemias que arrasan a poblaciones enteras
atacando de manera especial a los niños.
Preparados para
vencer el paludismo
Por ello, cada 25 de abril, Día Mundial contra
la Malaria, la OMS se une a las organizaciones asociadas para concienciar
a la comunidad internacional sobre la importancia de que se conozcan
los efectos y consecuencias de esta enfermedad, que en muchas ocasiones es
silenciada por los medios de comunicación e ignorada en las sociedades de
países más desarrollados.
"Preparados para vencer al paludismo", es el
tema de la jornada de este año 2018 que subraya el trabajo colectivo y
el compromiso global con la finalidad de unirse en torno al objetivo
común de "un mundo libre de paludismo".
Ante la alarmante cifra de muertes por malaria, hoy
más que nunca, se deben unir todos los esfuerzos posibles buscando encarrilar
nuevamente la lucha contra el paludismo y esta es la razón por la cual la OMS
pide que se aumenten la inversión y la cobertura de los
instrumentos de eficacia demostrada para prevenir, diagnosticar y tratar esta
enfermedad.
La clave está
en la prevención
Desde el año 2000, la prevención del paludismo ha
tenido un importante papel en la reducción del número de casos y de muertes,
fundamentalmente a través de la expansión del uso de mosquiteras tratadas con
insecticidas y del rociado de interiores con estos productos.
En África subsahariana, donde se concentra el mayor
número de afectados por esta enfermedad, la proporción estimada de la población
que duerme protegida por mosquiteras tratadas con insecticidas ha aumentado del
30% en 2010 al 53% en 2015.
Cada dos
minutos muere un niño por paludismo
Según el informe mundial sobre el paludismo elaborado
en 2016, el número de embarazadas que reciben tratamiento profiláctico se ha
multiplicado por cinco entre 2010 y 2015 en 20 países africanos. Esto ha
contribuido favorablemente a la prevención del contagio y a la
reducción de los índices de mortalidad infantil a causa de la malaria,
que también se extiende por países asiáticos y tropicales.
Igualmente, se tiene constancia de que 2015 se
registraron 212 millones de nuevos casos de paludismo y 429
000 muertes por esta causa.
"Cada dos minutos muere un niño por
paludismo", es el dato más alarmante que destacan la OMS y otras
organizaciones como UNICEF que trabajan constantemente en la protección de los
enfermos; una información que no puede reducirse a una mera cifra estadística,
sino que debe resonar en las conciencias de cada ciudadano del
mundo, ya que se trata de muertes que podrían ser evitadas si se aplicara al
paciente el correspondiente tratamiento médico.
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Vatican News