"La paz social no se impone a fuerza de balas, de intimidación, encarcelamientos y procesos judiciales injustos", señaló Mons. Báez
Procesión en honor Santo Domingo de Guzman en Managua (ANSA) |
El
obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, Mons. Silvio Báez, criticó la
"criminalización" del derecho a protestar en Nicaragua, un día
después de que el presidente Daniel Ortega insistió en llamar
"terroristas" a quienes se manifiesten en su contra
Diferentes
organismos humanitarios nacionales e internacionales han responsabilizado a
Ortega por la cantidad de personas asesinadas desde abril pasado, en su mayoría
manifestantes que protestan contra su Gobierno. Ortega afirmó que los
encapuchados con armas que actúan en el marco de las protestas contra el
Gobierno "son policías voluntarios", y que la cifra de muertos
durante la crisis que estalló en abril asciende a 195, lo dijo en una
entrevista difundida por Euronews.
La Paz no se impone con
las balas
"La
paz social no se impone a fuerza de balas, de intimidación, encarcelamientos y
procesos judiciales injustos", señaló Mons. Báez.
La
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado
al Gobierno de Nicaragua por "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales,
malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias", lo que
Ortega ha negado.
La
CIDH ha advertido que una "tercera fase" de represión consiste en la
"criminalización de los manifestantes", y la ha denominado como
"más ruda, más explícita y burocrática", porque utiliza la justicia
contra las personas. El mandatario ha sostenido que todo se debe a un
"golpe de Estado", y ha señalado de forma directa al clero
nicaragüense de ser "parte del plan golpista", detrás del cual
estaría Estados Unidos, según Ortega.
Peregrinar unidos por el
amor y la alegría
Esta
semana se está llevando a cabo los festejos en honor a Santo Domingo de Guzmán,
que comenzaron el domingo, con un espectáculo taurino, y concluyen el 10 de
agosto. Este año, en vez de comprar petardos, algo tradicional en esta fiesta,
celebrarla con el estallido de petardos, los obispos han pedido que con ese
dinero se compren rosarios y sean ellos los protagonistas en la peregrinación.
Ayer,
en la peregrinación se obsequiaron 15 mil rosarios. Según la tradición los
festejos religiosos comienzan con la bajada el martes 31 de la imagen del santo,
y una celebración eucarística, que presidió el arzobispo de Managua, el
cardenal Leopoldo Brenes, quien dijo en su homilía, que uno de los objetivos de
la Iglesia es fortalecer la fe en un momento difícil, un momento de
contradicciones, de confrontaciones, momentos de dolor como es la muerte de
tantos nicaragüenses.
El
cardenal nos habla del momento de dolor que está viviendo el pueblo, la
necesidad de estar todos unidos, y la importancia del verdadero diálogo. El
martes 31, cuando inició la fiesta religiosa, con la bajada de la imagen para
iniciar la procesión, el párroco de la Iglesia de Santo Domingo, el Padre
Boanarges Carballo, agradeció al cardenal, a los obispos, sacerdotes y
religiosos por su esfuerzo en el alcance de la paz.
Desde
esta sede parroquial de Santo Domingo de Guzmán, cuántas familias se han
acercado a mí para pedirme que ore por ellas, que no se divida su familia, que
entre los vecinos no perdamos nuestra amistad. Que el país no se divida, sino
que trabajemos con esperanza, escuchándonos, podemos tener ideas distintas,
podemos no estar de acuerdo, y como dice el Papa Francisco, es por eso la
grandeza del diálogo.
En
el diálogo siempre hay posturas distintas, cada quien tiene su idea, pero cuál
es la grandeza del diálogo, que vamos limando cada uno, y como decimos
nosotros, cada vamos haciendo nuestra parte. Y cada vamos concediendo al otro.
Es triste cuando algunas veces decimos, “esta mula es mi macho, y de esta no me
bajo”, no eso es negativo, esas personas que piensan así no tienen capacidad de
dialogar, las personas de diálogo son las que son capaces de reconocer al otro.
La Iglesia alienta a su
pueblo a seguir este camino con esperanza
En
la homilía de Monseñor Rolando José Álvarez, Obispo de la diócesis de
Matagalpa, en la Catedral de san Pedro Apóstol, subrayó la importancia de cada
uno ante el compromiso con la historia. Nuestra corresponsabilidad, dijo con
las situaciones y circunstancias que nos tocan vivir para que el Señor a partir
de allí pueda seguir obrando los milagros que Él siempre ha querido realizar en
su pueblo.
Hay
diversas tentaciones dijo Mons. Álvarez, como el miedo, el pánico o el terror,
que hieren el grado de implicación, de compromiso, y corresponsabilidad, que
cada uno de nosotros en la sociedad nicaragüense debe tener en este momento
histórico que nos toca vivir.
Sea
el miedo, sea el pánico o sea el terror, puede hacer que una persona, que una
familia, que una comunidad, que un pueblo, que una sociedad, se mire
trastornada completamente en su misma personalidad y en su misma identidad. Y
el pueblo, dijo, debe en el nombre del Señor, rechazar la tentación del miedo,
del pánico, y del terror. Si hay gente que está padeciendo de esto, si
hay gente que ya ha comenzado a entrar en esta tentación, pídale al Señor ser
liberada de esto, ser liberada de ella, porque sicológicamente, afectiva,
sentimental, espiritual, moralmente, puede llegar a ser esclavo del miedo, del
pánico o del terror. Así de grave es esto.
El
obispo de Matagalpa, Mons. Rolando José Alvarez habló de estas “tentaciones”
sobre todo porque en la Iglesia estaba el padre de uno de estos jóvenes
desaparecido.
Orar por la paz en
Nicaragua
También
en la homilía de Monseñor César Bosco Vivas, Obispo de la diócesis de León,
dijo que hay venganza y revancha, entre el pueblo: “me hiciste esto”,
“publicaste esto en las redes”, “estás de parte del gobierno”, una serie de
acusaciones que surgen entre el mismo pueblo. Y somos cristianos dijo, todo
esto pasará, esperemos que Dios con su misericordia pura, obre en nosotros, que
los arreglos que vendrán sean de paz para Nicaragua. Lo que no debe pasar
nunca es la enseñanza de Jesús, nos ama el Señor, nos ha dado el alimento que
necesitamos para que no decaiga nuestra esperanza en este mundo, para que
aportemos, todos juntos, en el bienestar común, y ese regalo, ese don, es la
eucaristía
Por
su parte, en Jinotega, el obispo de esta diócesis, Monseñor Carlos Enrique
Herrera, en su homilía, pidió que ya cese la violencia, hoy más que nunca el
pueblo está sensible al dolor y al sufrimiento. Que cese la violencia, la
muerte que haya vida dijo el prelado, todos tenemos que poner nuestro esfuerzo
para que cese el mal, seguir orando con fe, con humildad, con paciencia. Que
hagamos un compromiso de conversión.
Patricia
Ynestroza-Ciudad del Vaticano
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