La programación en inglés de Radio Vaticana
para África cumple 70 años, y lo celebró con un seminario online sobre Contar historias como herramienta para
gestionar las tribulaciones étnicas y sociales en África. Las
consagradas de Nigeria fueron protagonistas
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Una
consagrada impone la ceniza en Abuya, capital de Nigeria.
Foto:
Reuters / Afolabi Sotunde
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Ser religiosa en el norte y centro de Nigeria es
una profesión de riesgo. Allí se concentran casi todas las 12.000 muertes de
cristianos, y los 20 asesinatos y 50 secuestros de sacerdotes, seminaristas y
consagradas que, según publicó en marzo la ONG Intersociety, se han producido
en el país desde 2015.
Los autores son
los islamistas de Boko Haram o pastores nómadas musulmanes (fulani), pero
también delincuentes comunes que albergan la esperanza de cobrar un rescate.
Son 17 las congregaciones que, en estas zonas, se
dedican a labores pastorales, sanitarias y educativas. Los secuestros y los
ataques a sus conventos o lugares de trabajo a veces las obligan a cerrar o
trasladar misiones, subraya la madre Mary Claude Oguh, superiora general de las
hermanas del Inmaculado Corazón de María, Madre de Cristo, y presidenta de la
Conferencia de Religiosas de Nigeria.
A pesar de ello,
y de los «traumas físicos, psicológicos y espirituales», dan pruebas de «una
gran fe y confianza en Dios», subrayó el día 17 en el seminario online organizado por Radio
Vaticana y por SIGNIS con motivo del 70 aniversario del servicio en inglés para
África de la radio de la Santa Sede.
Oguh lo vivió en primera persona cuando, hace unos
años, se planteó cerrar un colegio en una zona conflictiva. Sus hermanas le
pidieron que no lo hiciera. No es la primera vez que ha escuchado estas
respuestas. «Me quedo aquí porque estoy convencida de que es Cristo quien me
envía», le dijo una religiosa. Y, otra, que «al trabajar en el norte ya he
hecho el sacrificio de mi vida, antes del sacrificio real».
Una fuente de
gracias
Estas consagradas fueron unas de las protagonistas
del webinar, porque encarnan a la
perfección el modelo de historias cotidianas de grandeza al que aludían tanto
el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de
este año (La vida se hace historia) como el tema
del encuentro: Contar historias como herramienta
para gestionar las tribulaciones étnicas y sociales en África.
Igual de protagonistas de estas historias son las
congregaciones, que «cargan con la misma cruz» que sus religiosas. Pero, al
mismo tiempo, estos institutos han constatado que mantener su trabajo en estas
áreas «es un gran activo que trae muchas gracias», aseguró su presidenta. En
primer lugar, a las propias religiosas.
Las continuas
ocasiones de «demostrar su compromiso en el seguimiento cercano de Jesús
crucificado» las hacen «cada vez más fuertes en la fe». Y esto enriquece a las
comunidades cristianas («es reseñable que no se hayan extinguido») y a sus
institutos. Incluso a la Iglesia universal, pues esta fortaleza en la
adversidad facilita que muchas de estas religiosas sean «enviadas como
misioneras a otras regiones y países».
Conocer historias como esta es uno de los mejores
frutos del esfuerzo que Radio Vaticana inició en los años 1990 de «dejar de
pensar en términos de emitir desde Roma al mundo» para «construir una gran red
de comunicación» con diferentes instituciones que produjeran contenidos que
luego se distribuían desde Roma.
Narró este
cambio el jesuita Federico Lombardi, que en esa época fue director de programas
en la radio. El luego portavoz de la Santa Sede se mostró «orgulloso» de que en
la redacción para África haya cada vez más africanos. «No se trata solo de
hablar inglés o francés, sino de pensar en los problemas desde la mentalidad
africana».
Fuente: Alfa y Omega