Fethullah Üzümcüoglu y Esra Polat son dos jóvenes turcos que se casaron
el 30 de julio en Kilis, cerca de la frontera con Siria, país del cual cuatro
millones de personas han huido por la guerra, la mitad están refugiados en
Turquía. Ante esta realidad, la pareja decidió invitar a la fiesta de bodas a
cuatro mil de estos refugiados y ayudar a servirles la comida.
“Ver la felicidad en los
ojos de los niños refugiados sirios no tiene precio. Hemos comenzado nuestra
jornada a la felicidad haciendo felices a otros y eso es un gran sentimiento”,
expresó el novio, Üzümcüoglu.
“Creímos que se haría
mejor con Kimse Yok Mu (una organización caritativa turca), quien podría
proveer un camión. Si Dios quiere, esto llevará a otros a hacer lo mismo y dar
alimento a nuestros hermanos y hermanas sirias. Para nosotros, fue una
interesante cena de bodas”, indicó.
El padre del novio
también dijo que estaba complacido con que la pareja comience una nueva vida “con una acción tan
desprendida”. En ese sentido, el hijo dijo que sus amigos se sintieron
inspirados y esperan hacer lo mismo cuando se casen.
Por su parte, la novia,
Esra Polat, dijo a la prensa británica que primero quedó sorprendida cuando su
ahora esposo le comentó la idea, “pero después me fui convenciendo. Estoy feliz
de haber tenido la oportunidad de compartir nuestra comida de bodas con gente
realmente necesitada”.
Hatice Avci, vocera de
Kimse Yok Mu, relató que la pareja donó el dinero que le dieron sus familias
para poder ofrecer la comida a los refugiados que viven dentro y fuera de
Kilis.
El drama de los
refugiados sirios
Desde marzo de 2011
Siria sufre una cruenta guerra entre grupos rebeldes musulmanes –donde también
está una filial de Al Qaeda– que buscan derrocar al gobierno de Bashar al Asad;
y el Estado Islámico (ISIS), que quiere seguir extendiendo su califato.
Este conflicto ya ha
provocado cientos de miles de muertos, cuatro millones de refugiados en
los países vecinos y ocho millones de desplazados dentro del
territorio sirio. Entre los afectados está la minoría cristiana, uno de los
objetivos principales de ISIS en su afán de imponer la ley islámica.
El alto comisionado de
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, denunció a
principios de julio que "esta es la mayor población de refugiados de un
solo conflicto en una generación. Es una población que requiere apoyo del
mundo, pero en lugar de eso viven en condiciones penosas y hundiéndose
más y más en la pobreza”.
En ese sentido, se
alertó que si no se envía más ayuda, aumentará la crisis humanitaria. Para
fines de junio solo se había recibido el 24 por ciento de los 5.500 millones de
dólares que ACNUR estimó necesarios a comienzos de 2015 para enfrentar la
crisis.
Se indicó que en los
campos de refugiados de Jordania, el 86 por ciento de los sirios viven por
debajo del umbral de la pobreza. Esto provoca incluso disputas entre los
refugiados, mendicidad o matrimonios entre menores.
Fuente: ACI