Fernando confesó que a pesar de que llevaba una vida en la que le "iba bien", la idea del sacerdocio le rondaba permanentemente
Tres jóvenes vocaciones
presentaron ayer la 53º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones
y Jornada de Vocaciones Nativas, que se celebrará el próximo domingo 17 de
abril. Vienen de vidas diferentes -la carrera diplomática, los estudios de
Historia del Arte, y las dificultades de la vida en África-, pero todos
comparten el hecho de haberlo abandonado todo para entregarse por entero a
Cristo. Su testimonio ha permitido comprobar que la llamada a la vida religiosa
sigue presente tanto en las Iglesias de antigua tradición como en las iglesias
más jóvenes.
Prueba de ellos son Guy Bognon,
un sacerdote de Benín cuya vocación pudo salir adelante gracias a la ayuda que
la Iglesia Universal le prestó a través de la Obra de San Pedro Apóstol;
Beatriz Castelló, una joven estudiante de Historia del Arte que durante una
beca Erasmus conoció a las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús para entrar
luego en la Congregación; y Fernando Bielza, un diplomático que trabajó en las
embajadas españolas de Zimbabwe y Arabia Saudí y hoy es seminarista en
Madrid.
Los tres coincidieron en
reconocer que "la vocación surge cuando hay fe" y no se tiene miedo
al compromiso, y también en que ellos pudieron vencer algunos
"tópicos" y prejuicios que la sociedad actual tiene respecto a la
vocación religiosa.
"No conocía la vida
religiosa, todo lo que tenía eran tópicos", dijo Beatriz. Esta novicia
afirmó que los tópicos comenzaron a caerse mientras se alojaba en la residencia
de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, cuando hacía el Erasmus en
Bolonia: "me llamó la atención la normalidad y la alegría de las hermanas;
allí se me fue el miedo".
Por su parte, Fernando confesó
que a pesar de que llevaba una vida en la que le "iba bien", la idea
del sacerdocio le rondaba permanentemente. Decidió entrar al Seminario de Madrid
para ver "si me quitaban la paranoia"; pero el curso introductorio en
el Seminario le confirmó en la "inquietud" que tenía en el
corazón.
Guy sostuvo que "la vocación
viene de la fe y de una relación personal entre Dios y el hombre" y
subrayó que "si no hay vocaciones significa que la fe se ha quemado".
Aunque no en todos lados. En los seminarios de Benín donde él se ha formado hay
220 candidatos y "las parroquias están vivas; la fe no está escondida y se
vive sin vergüenza".
En este sentido, y en el caso
concreto de los países de misión, Guy quiso recordar a modo de homenaje a los
"misioneros europeos apasionados" que llevaron la fe a estos lugares
"llenos de celo por Dios y la Iglesia". Gracias a ellos y a su
intuición de tener colaboradores nativos que pudieran "llegar a ser
sacerdotes y religiosas", las vocaciones comenzaron a surgir poco a
poco.
Respecto al tema del
discernimiento vocacional, y ante el surgimiento de algunos formatos televisivos
cuya propuesta es hacerlo visible, Beatriz dijo que le resulta paradójico
conciliar por qué "si la vida religiosa no está de moda, la tele lanza
estos programas", mientras Fernando opinó que para discernir la vocación
hace falta entrar "en el corazón y con Dios" y dudó por tanto de que
se pueda hacer un "discernimiento serio ante las cámaras", mantuvo la
esperanza de que estos formatos permitan a la gente conocer que este "es
un camino de felicidad real".
Ante una pregunta sobre el
celibato sacerdotal, Fernando se sorprendió de que planteen el problema quienes
no lo tienen y recordó que parte de su vocación tiene que ver con una llamada
de Dios a "amarle totalmente", y añadió: "una mujer querría ser
el amor de mi corazón y yo no puedo quererla como ella quiere ser
querida".
El director de OMP, Anastasio
Gil; el director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal
Española (CEE), José Gabriel Vera ‒que actuó de moderador durante
las intervenciones‒; y la responsable de
Comunicación de CONFER María Jesús Arruti, estuvieron presentes en este acto
organizado conjuntamente por las tres instituciones a las que
representaban.
Beatriz Castelló nació en
Barcelona en 1987. Actualmente está formándose en la Congregación de Esclavas
del Sagrado Corazón de Jesús, estudiando filosofía en la Universidad Pontificia
de Comillas y colaborando en una parroquia de Entrevías (Madrid).
Fernando Bielza nació en Madrid
el 8 de noviembre de 1977 y tras licenciarse en Administración y Dirección de
Empresas y en Derecho, inició una carrera diplomática que le llevó en 2010 a
ser nombrado director adjunto de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio
de Asuntos Exteriores. Está cursando el 5º curso en el Seminario Diocesano de
Madrid.
Guy Bognon nació en Adjohoun
(Benín) el 12 de junio de 1969 y se ordenó sacerdote con 31 años. Bognon sabe
mucho de vocaciones nativas. No sólo es una de ellas, sino que fue formador en
dos seminarios de su país, el de Ouidah y Djimè. Desde 2015 trabaja en el
Vaticano, en la Obra de San Pedro Apóstol, desde donde sigue ayudando a muchas
otras vocaciones que surgen en otros territorios como el suyo, donde la Iglesia
se consolida poco a poco con la ayuda de la Iglesia Universal.
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Para más información: Paula Rivas Chéliz
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