Para quienes lo
desconozcan, la RDC, el país más grande del África subsahariana, cuenta con un
80% de católicos en su población
Tres
días después de la violenta represión contra la marcha pacífica de los
cristianos organizada en varias ciudades de la República Democrática del Congo
(RDC), el cardenal Laurent Monsengwo, arzobispo de Kinshasa, condena la
“barbarie” de las fuerzas de seguridad gubernamentales.
El
pasado 31 de diciembre de 2017, día de san Silvestre, miles de católicos
congoleños marcharon por las calles de varias ciudades de la RDC, sobre todo en
Kinshasa, para exigir pacíficamente la dimisión del presidente Joseph Kabila.
De forma paralela, las fuerzas de seguridad penetraron con gas lacrimógeno en
iglesias en mitad del oficio. Al menos 8 personas habrían resultado muertas y
un centenar, entre ellos los niños de un coro, fueron detenidos al margen de
esas manifestaciones.
Esta
marcha tenía por objetivo exhortar a una aplicación del Acuerdo de San
Silvestre, que suponía la partida de Joseph Kabila, actual presidente de la
RDC. Firmado el 31 de diciembre de 2016 entre el Gobierno y oposición y con la
égida de la Iglesia católica, este acuerdo preveía la celebración de unas
elecciones presidenciales entre su firma y finales de 2017.
El
cardenal Laurent Monsengwo, arzobispo de Kinshasa, ha denunciado estos ardides
en un comunicado vehemente: “¿Cómo podemos confiar en unos dirigentes que se
burlan de la libertad religiosa del pueblo, libertad religiosa que es el
fundamento de todas las libertades?”, escribe.
No
ha dudado en calificar de “barbarie” los medios empleados por la policía
congoleña para reprimir esta marcha de cristianos, al tiempo que ha listado las
artimañas de las fuerzas de seguridad: “Impedir a los fieles cristianos entrar
en las iglesias para participar en la misa según una orden recibida de cierta
jerarquía militar, lanzar gases lacrimógenos durante la celebración eucarística
en las diferentes parroquias de Kinshasa, el robo de dinero y de aparatos
telefónicos, la persecución, el registro sistemático de personas y sus
pertenencias en la iglesia y en las calles, la entrada de los soldados en las
rectorías de algunas parroquias con el pretexto de buscar a agitadores, los
asesinatos, los tiroteos con balas reales y a quemarropa contra cristianos que
tenían en las manos biblias, rosarios y crucifijos, los arrestos de sacerdotes
y de fieles, etc.”. Para quienes lo desconozcan, la RDC, el país más grande del
África subsahariana, cuenta con un 80% de católicos en su población.
Mons.
Luis Mariano Montemayor, nuncio apostólico de la RDC ─es decir, un agente
diplomático de la Santa Sede acreditado como embajador para el Congo, en este
caso─ reaccionó ayer a los acontecimientos declarando que “la Santa Sede
respetará la competencia de la conferencia episcopal del país para responder a
la situación”. El prelado también ha subrayado que no cabe esperar “ninguna
reacción de la Santa Sede, ya que es norma en la Iglesia el respetar aquello
que es competencia de los obispos diocesanos”.
Agnès Pinard Legry
Fuente:
Aleteia