Midhun Dominic. Foto: CARF |
“Europa
debe aprender de India el valor de la unidad familiar”
“Pertenezco
a la diócesis de Vijayapuram de la región de Kerala en la India. Ahora estoy
cursando tercer curso en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y
este es mi segundo año de estancia en Bidasoa. En el primer año tuve algunas
dificultades en los estudios con el español, pero ahora estoy muy feliz de
estar aquí. Doy muchas
gracias a Dios por todo.
Me
gusta mucho el Seminario Bidasoa porque aquí estoy recibiendo una buena
formación integral. Especialmente aprecio y agradezco la formación espiritual
que se imparte, pues esta
dimensión espiritual es fundamental en la vida y el ministerio de los
sacerdotes. Estoy realmente inspirado por la formación que se da aquí.
Desde que era
pequeño siempre tuve el deseo de ser sacerdote; iba con frecuencia a un monasterio ubicado en mi pueblo y solía
asistir todos los días a la Santa Misa. A lo largo de mi vida he
encontrado a muchos sacerdotes amables y ejemplares que me han ayudado a
descubrir mi vocación.
La
voz de Dios sigue resonando
En el
momento que tuve clara mi vocación, manifesté a mis padres mi deseo de ser
sacerdote (mi padre se llama Dominic y mi madre se llama Regeena Dominic) y les
llenó de alegría la decisión que había tomado. Pero esperé a terminar mis
estudios para ingresar en el seminario y fui acogido por la diócesis de
Vijayapuram. Desde entonces,
siempre he sentido el amor de Dios en cada momento de mi formación.
El
amor que Dios nos tiene a todos es inigualable, pero hay a quienes mira con una
ternura especial para servir a su pueblo como pastores. Dios nos llama desde el primer
instante a la vida, a la felicidad y, después, a cada uno a una vocación
específica. En el mundo en el que vivimos la voz de Dios sigue resonando,
pero a veces parece opacada por todo el ruido que existe a nuestro alrededor, y
por eso a mucha gente le parece imperceptible esa voz.
Una
larga tradición cristiana en la India
Mi
país proviene de una larga tradición cristiana: actualmente los cristianos
ascienden a 28 millones y la población católica es de 17. Mucha gente cree que nos hemos
convertido recientemente del hinduismo al cristianismo, pero nuestra fe
entronca con el Apóstol Tomás. Antes de que vinieran los holandeses,
los portugueses o los británicos el cristianismo ya había arraigado en nuestras
tierras, aunque no estaba en plena comunión con el Papa.
Según
la tradición, el Apóstol Tomás llegó a mi país y proclamó la palabra de Dios a
los Brámanos, considerados gente de alta clase social. Más tarde sufrió martirio a manos de los mismos Brámanos.
Católico
gracias a la fidelidad de sus antepasados
Santo
Tomás no predicó en toda la India, pues sólo pudo llegar las provincias de
Kerala y Thamilnadu. Casualmente, estas dos provincias son las que tienen más
población católica en la actualidad. Además, conservamos el rito litúrgico propio que proviene del
mismo santo Tomás y se mantiene vivo especialmente en la provincia de
Kerala. Así pues, no soy un converso de otra religión, sino que soy católico
gracias a la fidelidad de mis antepasados.
Somos muy
religiosos, no tenemos ningún problema de convivencia con otras religiones en
nuestro país. Sin embargo, tengo que decir que en la parte norte de la India hubo persecuciones en épocas pasadas,
pero ahora no hay ningún conflicto interreligioso; especialmente en la región
en la que vivo, la religión católica tiene mucho arraigo.
El
valor de la familia
Sobre
las circunstancias concretas de la India, podría decir que el principal problema al que se
enfrenta la Iglesia católica en mi país es el anticlericalismo. Algunos
ven con malos ojos a los sacerdotes católicos y otros se ven atraídos por
sectas protestantes.
Algo
que me gusta de mi nación es que seguimos manteniendo el valor de la familia:
no tenemos divorcios. En Europa hay muchas cosas buenas que no existen en la
India pero he visto con pena la extensión del divorcio, con los males que trae
consigo para los hijos y para la sociedad en general. El valor de la unidad familiar es algo bueno que Europa puede
aprender de la India.
Por
otra parte, me siento
orgulloso de lo que ha contribuido la Iglesia católica de la India a la Iglesia
universal: por ejemplo, en el colegio cardenalicio hay actualmente
tres cardenales indios que podrían salir elegidos Papa. Además, mi país ha dado
cuatro grandes santos (el verdadero rostro de la Iglesia) a la iglesia
universal: Madre Teresa de Calcuta, Santa Mariam Teresa, Santa Alphonsa y San
Elías Chavara.
174
diócesis católicas
Actualmente,
en India existen 174 diócesis católicas: 132 de rito latino y el resto de rito
de Siro Malabar y Siro Malankara. Hay muchos sacerdotes indios que están trabajando en diferentes
partes del mundo, especialmente en Italia, Alemania, Francia, América, África,
Gran Bretaña y Canadá. Así, por ejemplo, hay 10 sacerdotes de mi diócesis
que están trabajando en Roma.
También,
en Gran Bretaña hay una diócesis de rito Siro Malabar al igual que en Canadá.
Así mismo, en la Universidad Urbaniana de Roma ha trabajado un profesor indio
que ahora es obispo de la diócesis de Bangalore, y en 2016, un sacerdote
de la India fue elegido vicerrector de la universidad Urbaniana. En la curia romana también
trabajan muchas religiosas y sacerdotes indios, así como diversos nuncios.
Deseo
expresar mi más sincero agradecimiento a los benefactores del CARF por lo que
hacen por nosotros, a quienes apoyan con sus oraciones y donaciones, para
continuar con nuestra formación, no solo religiosa sino también cultural, pues
esta experiencia en Bidasoa nos permite conocer la universalidad de la Iglesia. Doy muchas gracias a Dios
por esta oportunidad que me ha concedido inmerecidamente; agradezco también
la confianza que ha depositado mi Obispo en mí.
Fuente: ReL