• INFANCIA MISIONERA 2022


    ¡Comienza a preparar la jornada!
  • CONCURSO INFANCIA MISIONERA 2022


    Tú eres luz para el mundo
  • MEMORIA DE ACTIVIDADES 2020


    ¡Así fue 2020 en Obras Misionales Pontificias!
  • AYUDA A LAS MISIONES


    Colabora con los misioneros españoles

17 de abril de 2013

EL MISIONERO SEGOVIANO P. JUAN BARRIO LLAMADO POR EL PADRE



Con tristeza pero con esperanza cristiana, de una manera especial en este tiempo Pascual,  hemos recibido la noticia del fallecimiento del  Padre Juan Barrio Herrero en su tierra tan querida de Río Gallegos (Argentina).

El P. Juan nació el 10 de mayo de 1927 en Castroserna de Abajo, provincia de Segovia, España. Su ordenación fue el 15 de julio de 1963 y su primera misa la realizó al día siguiente en su pueblo natal. Ejerció el sacerdocio durante tres años en la localidad segoviana de Cuéllar. Llegó a Río Gallegos el 12 de octubre de 1966, lugar que lo apasionó por 46 años.

Puedes seguir leyendo lo que publicaron tres periódicos argentinos sobre el trabajo pastoral del P. Juan.


DIARIO “TIEMPO SUR”

Falleció el Padre Juan Barrio
15/04/2013 16:41

El párroco Juan Barrio Herrero, más conocido como el Padre Juan, falleció hoy minutos después de las 15.00.
El padre es recordado tras largos años de labor apostólica en la Diócesis Río Gallegos. Este Padre de nacionalidad española, arribó a estas lejanas tierras para cumplir su vocación junto al sacerdote Felicísimo Gómez–fundador de la Parroquia San Vicente de Paul-.

Un 12 de octubre, pero de 1966, el padre Juan llegó a la localidad. No obstante, un año antes de su llegada atravesó un momento de dudas, las que fueron saldadas mediante un intercambio de cartas con el Monseñor Mauricio E. Magliano, primer Obispo de la Diócesis Río Gallegos, quien en todo momento le enfatizó sus ansias de tenerlo trabajando en la localidad. En breves líneas el Padre Juan le comentaba que fue ordenado sacerdote el 15 de julio de 1963, ingresando en el Seminario de Victoria, España, con sólo 29 años después de haber ejercido la carrera de maestro de primera enseñanza por ocho años. Le dijo que en sus dos años que llevaba como sacerdote frente a una población de 7.000 habitantes, tenía miedo de acostumbrarse a la vida tranquila y de poco movimiento en un pueblecito de 1.000, por lo cual enfatizaba estar convencido “a buscar otra parcela de la viña del Señor donde pueda ejercer mi ministerio sacerdotal”.


Tras este planteo, el Monseñor, un 21 de noviembre de 1965, le respondió labrando un pequeño resumen de la ciudad, pero respondiéndole varios puntos de su  inquietud: “¿Qué podría ofrecerle para que pueda desarrollar plenamente su vida sacerdotal? Cualquier cosa para lo que sienta inclinación” (…) ¿Qué más le puedo ofrecer? Un sagrario, una imagen de María, un campo inmenso de labor misionera y un corazón de padre que quisiera sustituir en cuanto me fuera posible el corazón bueno y grande de su actual Obispo. ¿Qué no le puedo ofrecer? Bienes materiales, riquezas”.  

Pasó poco tiempo, una reflexión y cayeron las buenas noticias. Tal es así que los fieles del Centro Parroquial San José Obrero le remitieron al Padre Juan una carta aguardando con ansias su llegada. Finalmente, el Monseñor Mauricio E. Magliano le envió una nueva carta al Padre Juan antes de su arribo, letras que fueron constantes durante todo el año 1966 con una frecuencia de quince a treinta días siendo la última del 20 de agosto de 1966.  

DIARIO “LA OPINION AUSTRAL

Adiós a un verdadero misionero
La muerte del padre Juan genera congoja en Río Gallegos   Martes 16 Abr 2013
Murió a los 85 años tras sufrir un accidente doméstico. Era uno de los sacerdotes más reconocidos de la Diócesis de Río Gallegos por su labor pastoral en la región desde mediados de la década de los ‘60. Llegó desde España hasta el confín del mundo, donde dejó su legado. Sus restos eran velados desde anoche en la iglesia de San Cayetano y serán sepultados en el cementerio local.
  
A su llegada a Río Gallegos, el padre Juan (primero de la izquieda) con el padre obispo Mauricio Magliano y el padre Felicísimo Gómez.

El apreciado padre Juan Barrio Herrero murió ayer, a los 85 años, en el Hospital Regional de Río Gallegos. Se encontraba internado luego de sufrir un derrame cerebral, tras haber padecido una caída y golpear su cabeza contra el piso. 

Sus restos eran velados desde anoche en la iglesia de San Cayetano (calle Jofré de Loaiza 921), parroquia que terminó de construir, al igual que muchas otras en esta capital. Luego de las exequias, serán sepultados en el cementerio local. 

El vicario general de la Diócesis de Río Gallegos, Antonio Rant, destacó la labor del padre Juan, como comúnmente se lo conocía en la ciudad, y recordó que había participado de la misa de Semana Santa, pero luego se “resbaló y se golpeó la nuca contra el piso, lo que le ocasionó un derrame cerebral”, indicó Rant en declaraciones al móvil de LU 12 Radio Río Gallegos. 
Se espera que el obispo Miguel D’Annibale arribe desde Buenos Aires a esta capital la mañana de este martes, para que oficie una misa en memoria del sacerdote. 

Monseñor remarcó la vida sacerdotal y solidaria que tuvo el padre Juan y aseguró que “nos va a cuidar desde el cielo, como nos cuidó en la Tierra”, aseguró emocionado D’Annibale. 

Rant confirmó que tras el velatorio y antes de darle el último adiós, se realizará una caravana con sus restos por todas las parroquias donde el padre Juan dejó su impronta, para que los fieles puedan despedirse. 
Su deseo era ser sepultado en el predio de la iglesia San José Obrero. Trascendió que será trasladado al cementerio de forma provisoria, para luego cumplir con su último deseo. 

Fueron innumerables los mensajes que llegaron a los medios de comunicación para solicitar que las autoridades resuelvan un decreto de luto ante la muerte del reconocido sacerdote. Pero hasta anoche sólo se enviaron obituarios y el Consejo Provincial de Educación decidió otorgar asueto escolar para las instituciones religiosas (Ver ‘Asueto escolar’).

Al confín del mundo
Ingresó al seminario a los once años, aunque asistió entonces durante sólo un año, y retomó esa formación a los 27, luego de haber ejercido como maestro en una escuela para gitanos, en España. Durante tres escasos años ejerció el sacerdocio en su provincia natal, pero su espíritu inquieto lo decidió a dedicarse a las misiones, para las que se formó durante un año, luego de ser visitado por monseñor Mauricio Magliano, el primer obispo de una de las dos nuevas diócesis creadas en este confín del mundo. Se le adelantó a monseñor Nevares en Neuquén, por eso el padre Juan Barrio Herrero llegó con Felicísimo Gómez a Río Gallegos, cual conquistador, el 12 de octubre de 1966, y se quedó entre nosotros, siempre preocupado por los más necesitados. Desde entonces, compartió la labor con todos los pastores de la diócesis. Llevó más de 46 años consagrado a las misiones en nuestro medio, a cargo de la primera parroquia, San José Obrero. Y a pesar de su edad avanzada, tenía aún muchos sueños por cumplir. 

Entrevista 
En una entrevista del suplemento “Habladurías” de La Opinión Austral publicada el 16 de mayo de 2009, el padre Juan recordó cómo fue que llegó al fin del mundo. 

“Les escribí a los dos obispos de las nuevas diócesis, estaban en el Concilio Vaticano II, y los dos me contestaron muy atentos que me recibían en sus diócesis, pero monseñor Magliano se adelantó y me escribió enseguida diciendo que en el final de la semana, después del Concilio, estaba decidido a ir hasta España, tomó el avión, y me visitó en la iglesia donde yo estaba, hablamos y nos entendimos muy bien. Tenía que hacer un curso de preparación para venir, en Madrid, por medio de una obra que hay de cooperación sacerdotal a Hispanoamérica. Hicimos el curso, unos 60 sacerdotes salimos aquel año a distintas partes del mundo, después de estar allí casi un año, en preparación para venir a las misiones. Mientras tanto, yo atendía la parroquia, vivía en Madrid durante todo el curso, porque teníamos que asistir a las clases, pero al final de semana me iba a la parroquia en una moto. Luego pensé que ir solo no estaría bien, porque los apóstoles iban de a dos, así que me busqué un sacerdote, que fue el padre Felicísimo Gómez, que estaba en un pueblecito de la provincia de Segovia, como yo”, señaló el padre Juan a pocos días de haber celebrado su cumpleaños 82.

Continuó relatando que “a él le interesó, empezamos a hacernos amigos y nos decidimos a venirnos juntos. Salimos de España un 21 de septiembre, vinimos en barco, para probar, que no lo he vuelto a hacer porque resultó pesadísimo, fueron, creo, unos 20 días en barco, hasta el 4 de octubre, el Día de San Francisco, cuando llegamos a Buenos Aires y salió a recibirnos al puerto monseñor José Eulalio París, que era vicario general entonces aquí, en la diócesis. Allí nos dijeron que teníamos que quedarnos hasta el 12 de octubre, para entrar a Río Gallegos como cuando Cristóbal Colón entró a América, pero eso era porque no había durante la semana mucha gente para recibirnos, y ese día estaba el festejo de la Casa España. Vinimos al aeropuerto de la Marina -era en el predio del Campus universitario-, y estuvimos por acá, donde estaba ya San José Obrero, con un saloncito chiquitito, y asistían a el las hijas de María Auxiliadora: las hermanas Juanita, Antonia, las hermanas Pérez, Elena Aruzi que ahora está en Río Grande, cumpliendo ya 50 años de religiosa”.

Preocupación 
Siempre mostró preocupación por los más necesitados. “Por los pobres, naturalmente, me llama la atención porque tienen hambre y tienen frío, esta es la verdad, tenemos hambre y pasamos mucho frío, eso yo lo repito ochenta millones de veces en el barrio San Benito, yo quiero que no tengan hambre y que no pasen frío, y que podamos promocionar un barrio que va a ser el orgullo y la alegría más grande de Río Gallegos, porque está mejor planificado, pero tienen que seguir nuestros pasos, trabajar en conjunto, escuchar nuestras voces, que sea una participación del gobierno y de la población”.

Estaba a cargo de las parroquias de San José Obrero, San Benito y María de Nazareth, y aseguró que la iglesia había llegado a los barrios Náutico, Vial y Juan Pablo II, porque “son muchos los chicos, cientos, miles, que no van a Catequesis y nos atormenta, nos preocupa mucho, porque tienen que estar educados para que el día de mañana sean el intendente, los diputados, el gobernador, los que dirijan el pueblo. Y si los dejamos solos vamos a tener que meterlos en la chacra del Obispado, para recuperación de jóvenes y chicos que andan por malos caminos, y eso no queremos. Queremos que sean los más lindos, que tengan coches nuevos, y que vivan a lo grande y con su familia bien constituida”.

El padre Juan se fue, pero dejó sus obras y un legado que será recordado por todos aquellos que lo conocieron. 

Asueto escolar
El Consejo Provincial de Educación decidió otorgar asueto escolar para hoy martes 16 de abril debido al fallecimiento del padre Juan Barrio, para el Instituto María Auxiliadora, Instituto Nuestra Señora de Fátima, Colegio Nuestra Señora de Luján (Salesiano) y la Escuela Primaria Nº 81 “Padre Juan Barrio Herrero”. 

Asimismo, informa que las comunidades educativas de dichos establecimientos acompañarán las exequias del sacerdote, que tendrán lugar en el santuario San Cayetano, sito en Jofré de Loaiza y Santa Fe.

  
DIARIO “EL DIARIO NUEVO DIA”

Una multitud despide al padre Juan

Destacado
Escrito por  Redactor

El sacerdote se encontraba internado en grave estado. La diócesis informó de su fallecimiento a las 16:52 de ayer. Las exequias se realizan desde las 20:00 de ayer en el santuario San Cayetano. Hay asueto los colegios confesionales y la escuela primaria Nº 81. También la Municipalidad de Río Gallegos declaró asueto administrativo para el día Martes 16 de Abril hasta las 18 horas. Sentida carta del obispo D´annibale.



 El Padre Juan se encontraba en coma, con un cuadro que incluía infección en el pulmón y una edema cerebral producto del durísimo golpe que tuvo en la cabeza cuando se resbaló y se golpeó contra un escalón de madera el domingo de pascua al mediodía en el obispado.

La diócesis local emitió un  comunicado anunciando el fallecimiento de reconocido sacerdote.

Con el espíritu de la Pascua, informamos que a las 16:52 hs el Padre Juan Barrio Herrero partió a la Casa del Padre. Nos unimos como Iglesia Diocesana en la oración, acompañamos de una manera especial a su Pquia San Jose Obrero y las demás comunidades que con incansable amor y solicitud él gestó y acompañó.

Sus restos están siendo velados en el Santuario San Cayetano, donde una multitud de vecinos de todas las edades se acercan a darle el último adiós al querido cura Juan.

Asueto en colegios, escuela  81 y en la municipalidad

El Consejo Provincial de Educación decidió otorgar asueto escolar para hoy martes 16 de abril debido al fallecimiento del Padre Juan Barrio al Instituto María Auxiliadora, Instituto Nuestra Señora de Fátima, Colegio Nuestra Señora de Luján (Salesiano) y la Escuela Primaria Nº 81 “Padre Juan Barrio Herrero”.

Asimismo, informa que las comunidades educativas de dichos establecimientos acompañarán las exequias del sacerdote que tendrán lugar en el Santuario San Cayetano, sito en Jofré de Loaiza y Santa Fe.

También la Municipalidad de Río Gallegos declaró asueto administrativo para el día Martes 16 de Abril hasta las 18 horas.

Carta del Obispo

Queridos hermanos, con mucho dolor y a la vez con una profunda esperanza les aviso que hoy a la tarde murió nuestro querido Padre Juan Barrio Herrero, luego de 15 días de permanencia en la Terapia Intensiva del Hospital de Río Gallegos, por un durísimo golpe en la cabeza que tuvo el domingo de Pascua al resbalarse en dependencias del Obispado de Río Gallegos.
Lo velaremos en el Santuario San Cayetano de Río Gallegos, que el construyó con sus manos, y donde los últimos años tuvimos nuestra Misa Crismal, en la que él participaba con mucho entusiasmo y alegría.

Estoy comenzando la Asamblea Plenaria en Pilar, provincia de Buenos Aires, y esta noche viajo a Río Gallegos en el vuelo de las 23:30 para acompañar este momento y presidir la misa de mañana- por hoy-siento mucho la partida de Juan, se me va un padre y un amigo, con quien compartía el día a día de la casa del Obispado. Sé que ahora y para siempre nos va a acompañar al lado del Señor.

Un fuerte abrazo. Obispo Miguel D'annibale