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19 de agosto de 2013

MIS PRIMERAS EXPERIENCIAS PASTORALES EN CHILE

El P. José Miguel Espinosa Sarmiento, sacerdote diocesano de Segovia, después de ejercer muchos años su ministerio sacerdotal en nuestra Diócesis y en la Catedral, el día uno de marzo de este año partió como misionero a Chile, desde allí nos envía esta carta contándonos sus primeras experiencias pastorales en esas tierras:

"Queridos todos,
Te mando una foto del segundo domingo de Pascua en el que llevé la Santa Comunión solemnemente a un buen grupo de enfermos. Es una tradición que viene de atrás. Es el Domingo de Quasimodo. Antiguamente asaltaban a los sacerdotes para robarles los vasos sagrados de valor en los que llevaban la Comunión, y por eso empezaron a escoltar a caballo al Santísimo. [Leer más...]

Es hermoso, y lo hacen con fe. Empezamos a las 8 de la mañana, y terminamos a las 4 de la tarde con la Santa Misa. Entre las tres comitivas que organizamos en la Parroquia llegamos a unas 100 personas en un área aproximada de 20x15 km.

Sigo muy entretenido con los dos días que bajo a un Colegio de primaria y secundaria en el que celebro la Santa Misa, confieso, facilito dirección espiritual, y trato a los profesores. Ayer saludé a muchos papás que fueron a una charla, y a recoger las notas de sus hijos. Es muy interesante ver que las familias y el colegio vayan a una en la educación de los muchachos. No faltan anécdotas simpáticas, como el nacimiento en los patios del centro escolar de dos corderitos, a los que ya se considera matriculados.

La Parroquia del Santísimo Sacramento en Pirque, al sur de Santiago (unos 22.000 habitantes) da mucho juego. La atendemos entre 2 sacerdotes. No faltan bautizos, matrimonios, entierros. Aquí la muerte se vive con más fe y humanidad. Se vela al difunto en casa. Preparan la comida, y allí también el sacerdote comparte. Luego en el cementerio todo muy sencillo, en tierra. Además ves que los directivos del hospital o los empleados del Ayuntamiento te facilitan mucho las cosas: te permiten llegar a quien ha fallecido aunque sea en accidente, te llevan si es el caso en coche.

También he empezado a reunirme con matrimonios mayores, y jóvenes. Tienen deseos de profundizar en la fe, y dar respuestas a la generación que viene detrás. Otros grupos a los que atiendo son los ministros extraordinarios de la Eucaristía, catequistas coros, y jóvenes misioneros. Aquí en el nuevo Finis terrae, te sientes en casa por la fe, la lengua y las costumbres. El chileno se siente agradecido al español, y le encanta cómo hablamos.

Recuerdos para tu equipo de misiones y para los conocidos, un fuerte abrazo, Chemi.