Comunicado de Anastasio Gil,
director de Obras Misionales Pontificias de España.
La invitación del Papa
Francisco a orar intensamente por la paz el próximo día 7 de septiembre, víspera de la Natividad
de María Reina de la Paz, ha promovido en la familia de los misioneros y
misioneras españoles, repartidos por el mundo, una respuesta inaplazable.
Nos
comprometemos en una oración perseverante, fundada en el desprendimiento y en
la donación de nuestra vida.
Los misioneros saben mucho
de las consecuencias de la guerra, y del hambre, y de la injusticia… Pero saben
más de la reconciliación, y su vida no es otra cosa que la escucha, el diálogo,
el servicio y la donación siguiendo el ejemplo del Maestro. Cuánto sufrimiento
al comprobar los efectos devastadores de la guerra, cuánto dolor ante la
destrucción de la vida humana y cuánta humillación a comprobar que muchos
adultos son capaces de secuestra niños para adiestrarles para la guerra.
Ese mismo día en Javier,
donde nació el Patrono Universal de las Misiones, será ordenado sacerdote un
diácono que pertenece a la Iglesia fiel de China. Sus años de formación en
Pamplona le han capacitado para retornar a su tierra para anunciar la paz y el amor
entre los hermanos. Damos gracias a Dios por esta vocación y por tantas otras
que Dios suscita en el mundo para ser sembradores de paz.
Recordaremos
especialmente este día al que fue Director nacional de las Obras Misionales
Pontificias en Siria, P. Jules Baghdassarian, desde el 14 de febrero de 2003
hasta 14 Noviembre del 2012, cuando la guerra en este país le arrancó la vida
que estaba entregando por sus hermanos. Y como él, tantos otros. Oremos, unidos
al Papa Francisco, por la paz en el mundo y, de manera particular, en Siria.
Anastasio Gil García
Director de Obras Misionales
Pontificias