Cada vez que se descubre el cadáver de algún sacerdote o misionero, recuerdan las palabras de Cristo: “Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos…”
Aunque los lugares donde maten más cristianos por
su fe sean países islámicos y los países con más curas encarcelados sean
comunistas (con China a la cabeza) el país donde matan más sacerdotes y
agentes de pastoral es la católica Colombia. Lo fue en 2013 (con 7
asesinados) y en otros años anteriores. Guerrillas, criminales comunes,
bandas...
Nada de eso arredra a los sacerdotes que salen del Seminario
Intermisional San Luis Beltrán (www.intermisional.org.co), que prepara a
los sacerdotes para servir en los vicariatos apostólicos, 14
territorios que no cumplen las condiciones para ser diócesis, zonas que la
Iglesia considera tan territorio de misión como si fuesen junglas africanas o
montañas en Papúa. La mayoría son zonas rurales muy pobres, a veces selváticas,
con mucha población de pueblos indígenas.
Este seminario nació hace 51
años: un grupo de sacerdotes del Instituto Español de Misiones Extranjeras se
encargó de la formación de los primeros seminaristas. Hoy el seminario depende
de la diócesis de Sonsón-Rionegro pero estos seminaristas se preparan para
servir en esos vicariatos.
Desde España, Obras Misionales Pontificias
recoge los comentarios
de agradecimiento a los donantes españoles de los sacerdotes recién
ordenados en el San Luis Beltrán, "el Intermisional": Luis Eduardo Guzmán,
Héctor Manuel Rincón, Francisco Javier Bolaños, Luis Emilio Jiménez... así se
llaman los nuevos misioneros de las periferias más pobres y rurales de
Colombia.
El Intermisional necesita apoyo de la campaña del clero nativo
de Obras Misionales Pontificias (www.vocacionesnativas.es), que este año se celebra el
27 de abril. El año pasado OMP España les hizo llegar casi 22.600 dólares para
ayudar mantener el seminario.
“La ayuda recibida es de vital importancia
para que nosotros, jóvenes provenientes de familias pobres y humildes, podamos
realizar nuestros estudios”, aseguran los seminaristas. Cada vez que se descubre
el cadáver de algún sacerdote o misionero, recuerdan las palabras de
Cristo: “Mirad que os envío como ovejas en medio de
lobos…”.
Para apoyar desde España las vocaciones
nativas:
