Necesitamos como los discípulos de Emaús encontrarnos con Jesús, con su Palabra y alimentarnos de la Eucaristía para poder realizar la Misión
Como cada año, buscando el contagio misionero y el compartir experiencias
nos reunimos en Aranda del Duero. Éramos un buen grupo aunque alguna de las
Delegaciones no pudieron hacerse presentes.
La Delegación de Burgos fue una
anfitriona excelente, preocupándose no solo de buscar un espacio donde reunirnos
sino un tiempo para conocernos mejor y hablar de nuestra inquietudes misioneras.
No pudimos tener mejor marco que la exposición EUCHARISTIA de la fundación
Edades del hombre y un cuadro muy evangélico, el relato de "Los discípulos de
Emaús" .
Igual que los dos de Emaús constatamos que nos desanimamos muchas
veces, los desafíos son grandes tenemos que ser mas coherentes, la verdad de
muestra vida habla y transmite. Necesitamos como los discípulos de Emaús
encontrarnos con Jesús, con su Palabra y alimentarnos de la Eucaristía para
poder realizar la Misión, una Misión que nuestros misioneros viven en los cinco
continentes y nosotros en el lugar en el que el Señor nos coloca. Esto y mucho
más compartimos al comienzo de la Eucaristía, lo que anteriormente habíamos
dialogado por grupos.
La hora de la comida fue muy fraterna todos abrieron sus
bolsas y unos disfrutamos de la comida de los otros y al final como en la
multiplicación de los panes y los peces, cuando se comparte hay para todos y
sobra.
Ya por la tarde visitamos la exposición, rica en sus obras pero mas en su
contenido. Admirando esas maravillosas obras de arte, cumplieron el cometido
para el que fueron creadas, nos hablaron de La Eucaristía como sacrificio,
banquete, alimento, celebración y compromiso. Todos volvimos a nuestras ciudades
y Delegaciones más fortalecidos en nuestra fe y con deseos de seguir siendo mas
útiles a Dios y a la misión.
Por supuesto no dejamos de acordarnos de los que
no pudieron asistir y tuvimos momentos de dedicación especial a nuestros
misioneros pidiendo por ellos y su fidelidad y disfrutamos tanto que ya pensamos
en el próximo año, ¿Ávila o Alba de Tormes?. Para terminar, agradecer a todos
los que hicieron posible este día tan rico y fraterno.
Pilar Bazo
