"Es obviamente el encuentro con la Iglesia católica coreana, que es una iglesia bastante dinámica"
(RV).- Declaraciones del padre Federico
Lombardi, Director de la Sala de Prensa Vaticana, sobre el viaje del Papa a
Corea del 13 al 18 de agosto próximo.
Antes de iniciar con sus declaraciones,
el padre Lombardi ha leído la oración de agradecimiento por la visita del Papa
Francisco a Corea y por la Beatificación de los Mártires Coreanos. El padre
Lombardi ha notado cómo en esta Oración se han tocado casi todos los puntos
principales de la próxima visita del Papa.
El viaje a Corea – ha recordado – es el tercer viaje internacional del Papa
Francisco, después de Brasil y de Tierra Santa. Es la tercera vez – ha
continuado el padre Lombardi – que un Papa va a Corea: Juan Pablo II había ido
dos veces, en 1984 y en 1989.
Los motivos del viaje del Papa Francisco se concentran sobre todo en tres temas. El primero, que ha dado inicio a la proyección de este viaje, ha sido la Jornada de la Juventud Asiática, que se realiza en agosto en Corea. Se esperan alrededor de dos mil jóvenes, que representan a 23 países de Asia.
.jpg)
Esta es la sexta Jornada de la Juventud Asiática, ha recordado el padre Lombardi, la idea de la Jornada Asiática nace durante la Jornada Mundial de la Juventud de Czestochowa, en la cual los jóvenes asiáticos que habían participado estaban muy contentos y se dijeron: “¿Por qué no hacemos también nosotros alguna cosa en Asia? Además de la Jornada de la Juventud Asiática con sus dos mil representantes de 23 países, también existe una Jornada de la Juventud Coreana, en esta misma ocasión con casi cuatro mil jóvenes. Al final se calculan en total casi seis mil jóvenes.
La segunda ocasión de este viaje – ha dicho el padre Lombardi – es obviamente el encuentro con la Iglesia católica coreana, que es una iglesia bastante dinámica. El único país – como sabemos – en Asia Oriental con mayoría católica es Filipinas, en los otros países los cristianos católicos son minoría, pero en Corea son una consistente minoría. Una minoría de alrededor del 10 por ciento.
La Iglesia coreana, ha señalado el padre Lombardi, es muy dinámica y con un
fuerte crecimiento en los últimos años: con una media de 100 mil bautismos por
año. Es una Iglesia que hoy se presenta también como misionera, comprometida a
enviar misioneros: ha realizado un gran servicio en Mongolia, así como en otras
partes del mundo. Una Iglesia dinámica que se propone como activa y misionera.
Finalmente la tercera ocasión de este viaje es el evento que concierne a la vida de la Iglesia en Corea – ha proseguido el padre Lombardi – es la Beatificación de 124 mártires. Vale la pena recordar, en preparación a este viaje, la historia de la Iglesia en Corea, porque es una historia muy característica y particular, del cual se harán muchas referencias en los discursos del Papa y de otras personas.
La Iglesia en Corea no nace de la predicación de los misioneros que vienen del
exterior, sino que nace de los laicos que escuchan hablar y se interesan en la
búsqueda de la verdad y salen a buscar y reciben informaciones fundamentales
sobre la fe cristiana y católica en China; encuentran ahí los resultados de la
predicación de Matteo Ricci y de los jesuitas que habían ido a China, que
habían producido una literatura de formación cristiana. Los coreanos escuchan
hablar de esto, van a buscar ahí los textos de referencia y luego estudian
estos textos.
La fe cristiana – ha recordado el padre Lombardi – nace en un
modo muy original de esta búsqueda de la verdad conducida por círculos, en
especial por un circulo de sabios, de jóvenes laicos que buscan profundizar
este mensaje y luego se hacen cristianos, enviando además a uno de ellos a
Pekín para bautizarse. Es un desarrollo muy original de la Iglesia en Corea.
Además el padre Lombardi ha recordado que la historia de la Iglesia en Corea es
una historia de terrible e impresionante martirio, porque por mucho tiempo –
por más de un siglo – los cristianos, los católicos han sido martirizados
porque eran considerados como opositores, no coherentes con el sistema social y
cultural de Corea de aquel tiempo. Es una historia de miles y miles de
mártires. Concluyendo ha dicho el padre Lombardi, la historia de la Iglesia en
Corea ha tenido dos características que se tienen que considerar: un inicio
laical y el martirio.
Fuente: RV
Fuente: RV