«Es difícil encontrar a un médico en su lugar de trabajo»
«La gente tiene mucho miedo al ébola. Es muy contagioso y no hay manera de saber quién está enfermo. No hay ninguna marca que puedas ver», explican misioneros salesianos en los países afectados y que están trabajando muy duro en la divulgación de las medidas de prevención para ayudar a evitar más contagios.
Hoy, las noticias más graves llegan desde Liberia, donde el virus está descontrolado. «La situación es muy crítica. Los ciudadanos se tomaron a la ligera los consejos de prevención lanzados por el gobierno.
Además, como los hospitales han sido uno de los principales focos, la gente tenía pánico a ir al médico», explica el Salesiano Nicola Clarapica. «El gobierno ha cerrado los ministerios y las escuelas, también nuestros centros juveniles y las colonias de verano, los voluntarios en nuestras misiones fueron enviados de vuelta a sus países…», añade Clarapica. «Hoy es difícil encontrar a un médico en su lugar de trabajo y la población está muy asustada», continúa el misionero.
En Sierra Leona, los misioneros explican que los niños y jóvenes, «una vez más son los más afectados». «Muchos han perdido a sus padres y algunos jóvenes que han conseguido superar la enfermedad no pueden volver a sus casas. Las familias están muy asustadas y piensan que los chavales pueden seguir contagiando a otros miembros de la familia y de la comunidad.
Estos niños no pueden quedarse en la calle y hemos abierto un centro de intervención de crisis donde damos atención a los jóvenes y niños enfermos y también trabajamos con las familias», según Lothar Wagner, misionero salesiano en Freetown. Además, el Gobierno de Sierra Leona ha pedido a los Salesianos que se hagan cargo de estos niños y niñas huérfanos. «A final de año pueden llegar a ser más de 200 y estamos trabajando para prepararlo todo», explican los misioneros.
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Los misioneros permanecen al lado de los enfermos y de los más débiles. «La epidemia será controlada gracias a los esfuerzos de médicos y organismos internacionales, pero las consecuencias del ébola estarán presentes por mucho tiempo y necesitamos la colaboración mucha gente para hacer frente al futuro», explica Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas.
Fuente: (Misiones Salesianas/InfoCatólica)