«Es una buena ocasión para manifestar la alegría que siento y la gratitud»
La religiosa Juliana Bonoha -que fue repatriada
desde el hospital San José de Monrovia el 7 de agosto junto con el misionero de
la orden de San Juan de Dios Miguel Pajares- ha expresado «la alegría» y su
gratitud a todos los que han participado en el proceso desde su repatriación de
Liberia, pero también su tristeza al recordar a sus compañeras de congregación
que siguen en ese país, afectado por el brote de ébola.
Durante su
primera comparecencia ante los medios de comunicación tras ser dada de
alta del Hospital Carlos III, donde estuvo 21 días ingresada y
aislada,
Juliana ha querido manifestar con una amplia sonrisa su alegría,
aunque minutos después la emoción le ha entrecortado su mensaje de
agradecimiento.
«Hoy mis pensamientos y mi corazón siguen en
Monrovia, recordando a tantas personas que luchan sin tener recursos contra el
ébola», ha asegurado la religiosa.
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«Es duro pensar que yo estoy aquí y ellas allá; confiaba
en que Dios ayudara a
la hermana Paciencia y he rezado por todas ellas
todos los días», ha señalado.
Al ser preguntada si desearía volver a
Liberia, la monja ha dicho que esa decisión «depende de sus superiores», aunque
ha añadido que está «dispuesta a lo que digan ellos».
La religiosa ha
dedicado gran parte de su comparecencia, que ha durado un cuarto de hora, a
mostrar su agradecimiento al Gobierno por su repatriación a principios de
agosto; al hospital por la atención recibida, a los medios de comunicación por
su interés, a su congregación y a la Orden de Hermanos de San Juan de
Dios.
«Es una buena ocasión para manifestar la alegría que siento
y la gratitud», ha comenzado diciendo la religiosa.
Con emoción ha recordado al sacerdote
Miguel Pajares, que falleció días después de ser trasladado de Liberia,
junto a ella, como consecuencia del ébola en el Hospital Carlos III.
«El
padre Miguel era un gran padre para todas nosotras, un misionero
auténtico que amaba a todos sin distinción y era un ejemplo a seguir;
nos mandaron a un santo que era el padre Miguel Pajares», ha
opinado.
En su intervención, celebrada en la sede de los Hermanos de San
Juan de Dios en Madrid, ha estado acompañada de otras dos misioneras de la
Inmaculada Concepción, Carmen del Pozo y Ángela María Granada, y el director de
la Fundación Juan Ciudad, Julián Sánchez.
La ONDG Juan Ciudad ha
destacado que un miembro de la organización está desde el 27 de agosto
en el hospital San José de Monrovia, donde llegó la semana pasada un
envío aéreo realizado por la ONGD Farmamundi con materiales de
protección para la prevención del contagio del ébola, como guantes, mascarillas,
calzas y gorros.
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La hermana Juliana, de origen guineano y con pasaporte
español, realizó su formación religiosa en Elizondo (Navarra) y tras
estar trabajando en ciudades como Madrid, Cádiz, Zaragoza y Pamplona, fue
destinada a distintos lugares de África, como el hospital San José de Monrovia,
al que llegó en 2009.
Fuente: Efe/ReL