El Papa
Francisco acaba de concluir su viaje pontificio a África. En la última etapa de
su viaje apostólico ha remitido a los “pioneros de la evangelización” en Uganda
y Centroáfrica
La primera diócesis africana, Masaka, se
erigió en Uganda. Su primer obispo, Joseph Kiwánuka, celebró sus bodas de plata
episcopales el 18 de octubre de 1964, la misma jornada en la que tuvo lugar la
canonización de los mártires de Uganda, y en la que se celebraba ese año el
DOMUND.
En su visita al Santuario de los
mártires de Uganda, el Papa Francisco, recordó esta herencia y pidió
que como los mártires reavivemos “cotidianamente el don del Espíritu
Santo que habita en nuestros corazones” para llegar a ser de verdad “los
discípulos misioneros que Cristo quiere que seamos”.
“Las glorias pasadas fueron el
principio, pero ustedes tienen que hacer las glorias futuras”, dijo el Santo
Padre a los consagrados y les habló de “la fidelidad”, que “significa hacer
lo que hicieron los testigos anteriores: ser misioneros”.
“Quizás acá, en Uganda, hay diócesis que
tienen mucho sacerdotes y diócesis que tienen pocos. Fidelidad significa
ofrecerse al obispo para irse a otra diócesis que necesita misioneros. Y esto
no es fácil”. En este sentido, el Papa pidió “que las diócesis con mucho clero
se ofrezcan a las de menos clero”, para que Uganda siga siendo misionera.
En la última etapa de su viaje
apostólico a África, Francisco afirmó que la historia de la evangelización
y la historia socio-política en la República Centroafricana, “dan fe del
compromiso de la Iglesia con los valores de la unidad, la dignidad y el
trabajo” (“Unidad-Dignidad-Trabajo” es el lema del país). En su discurso a los
dirigentes y al cuerpo diplomático, el Papa recordó “a los pioneros de la
evangelización de la República Centroafricana”, y pidió “a las autoridades
centroafricanas, actuales y futuras”, su esfuerzo “para garantizar a la Iglesia
unas condiciones favorables para el cumplimiento de su misión espiritual”.
Finalmente, en la Misa que celebró en su
último día en territorio africano, el Papa volvió a manifestar su gratitud y
admiración “por la labor misionera que –no hace mucho tiempo– trajo por primera
vez la alegría del Evangelio a esta amada tierra de Centroáfrica”. El Santo
Padre afirmó que “el grito de los mensajeros” resuena aún más en “tiempos
difíciles” como los que atraviesa el país e invitó a todos “perseverar con entusiasmo
en la misión, una misión que necesita de nuevos mensajeros, más numerosos
todavía, más generosos, más alegres, más santos”.
Fuente: OMP