Quienes practican su fe en las universidades
resultan expulsados, sean estudiantes o profesores
La difícil situación de
los creyentes en China a causa de las violaciones a la libertad religiosa sigue
siendo un tema de gran relevancia para la Iglesia.
Además de las fuertes
intromisiones gubernamentales en la vida de la Iglesia que originaron la
división entre las comunidades “oficial” y “subterránea”, un testimonio
reciente revela la manera como el control sobre las religiones se ejerce en
otros ambientes como el académico. Quienes practican su fe en las universidades
resultan expulsados, sean estudiantes o profesores.
La denuncia fue
realizado por el informativo del Pontificio Instituto para las Misiones
Extranjeras, AsiaNews, el cual publicó el testimonio de un estudiante que
reserva su identidad y que describe el intrincado sistema que permite al
régimen tener un control estricto sobre la fe en los ámbitos académicos. “En la
Universidades de la República Popular China, funciona una estructura
extraordinaria que tiene como finalidad controlar todas las actividades de las
religiones, bajo el nombre de grupo de ‘Guía para las actividades religiosas'”,
describió el estudiante. Este organismo puede hacer parte del Grupo de Guía
para las actividades del Frente Unido.
Los integrantes de los
grupos guía para controlar las actividades religiosas pertenecen a todos los
estamentos de la comunidad educativa, de forma que cuentan con información de
primera mano sobre las actividades de todos los miembros de la comunidad. Desde
un Secretario delegado del Partido, un Rector delegado y un vicerrector hasta
responsables de propaganda, de la comisión Disciplinar, actividades de
investigación, actividades estudiantiles, comunicaciones con el extranjero y
seguridad.
“La existencia de
semejante red de control de tal intensidad significa, sin duda, que todos los
creyentes religiosos que estudian o enseñan en China, están bajo estricta
vigilancia y están rodeados de informadores de las autoridades”, explicó el
estudiante. “A menudo ellos se hacen pasar como amigos o asistentes,
camuflándose como estudiantes o docentes”. Según AsiaNews, este control busca
revertir el avance de la fe en el ámbito académico, donde hasta un 60% de los
miembros han mostrado interés por conocer el cristianismo.
La red de control fue
fortalecida para implementar prohibiciones como la de la celebración de la
Navidad y difundir la noción de que la fe cristiana constituye una supuesta
“contaminación espiritual” proveniente de Occidente. La situación no sólo
afecta a los nacionales chinos, según el estudiante: “Todos los extranjeros,
sean éstos estudiantes o docentes, están en la mira y corren el riesgo de ser
instrumentalizados”, concluyó. “Por ejemplo, se les brinda información errada
adrede, para confundir su percepción sobre las situaciones”.
Fuente: Artículo
publicado en Gaudium Press, con información de AsiaNews