Monseñor Miguel Irízar estaba destinado a ser
carrocero de autobuses, pero «decidió que su camino era el del sacerdocio»
Los compañeros de Irízar le recuerdan como una «persona optimista y
cercana», que realizó «una labor pastoral fructífera». Fundó el primer
monasterio de Carmelitas Descalzas de su diócesis. Su funeral se ha celebrado
este lunes.
El obispo emérito de Callao
(Perú) Monseñor Miguel Irízar ha fallecido a los 84 años de edad en la
comunidad Pasionista de Deusto, en Bilbao, en la que residía desde 2015, según
ha informado este domingo el Obispado de Bilbao.
El funeral del religioso
guipuzcoano, nacido en Ormaiztegi, se celebrará este lunes en la parroquia de
la Pasión y San Felicísimo de Deusto y estará presidido por el obispo de
Bilbao, monseñor Mario Iceta.
El Obispado ha recordado en
un comunicado que, «aunque durante los últimos años su salud se había resentido
de su fortaleza», los compañeros de Irízar le recuerdan como una «persona
optimista y cercana», que realizó «una labor pastoral fructífera».
Monseñor Irizar, nieto de
los fundadores de la empresa que lleva el mismo nombre, estaba destinado a ser
carrocero de autobuses, «pero decidió que su camino era el del sacerdocio».
Según el obispado, se
consideraba «al igual que muchos vascos», una persona «abierta al mundo y que
se integra pronto en el lugar en el que esté».
Irízar permaneció durante
más de 50 años en Perú, 17 de ellos en la selva, junto a los indígenas.
Promovió la creación de nuevas parroquias y formó seminaristas de otras
jurisdicciones en los dos seminarios diocesanos del Callao. Además, fundó el
primer monasterio de Carmelitas Descalzas en aquélla diócesis. En Pachacútec,
«zona de extrema pobreza», puso en marcha el proyecto Universidad Laboral para
formar a los jóvenes de los arenales.
Monseñor Miguel Irizar se
ordenó sacerdote en 1957, en el santuario de la Virgen de Aránzazu (Gipuzkoa).
Llegó a Perú en 1960 y allí inició su labor pastoral en la parroquia Virgen del
Pilar, en el distrito de San Isidro.
Entre 1961 y 1965 fue profesor
de Doctrina Social de la Iglesia y de Ética en la Universidad Católica.
Asimismo, trabajó en la organización de la Misión Conciliar de Lima y, de 1969
a 1972, fue superior Regional de la Congregación Pasionista en el Perú.
El Papa Pablo VI le nombró
obispo Misionero del Vicariato de Yurimaguas (provincia del Alto Amazonas) y
fue consagrado obispo el 25 de julio de 1972.
Como miembro del Consejo
Pontificio ‘Cor Unum’, tuvo reiterados encuentros con el Papa Juan Pablo II,
quien le nombró obispo Coadjutor del Callao (Perú) en 1989 y obispo diocesano,
en octubre de 1995. Fue secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana
en dos períodos y presidente de Cáritas del Perú.
Monseñor Irízar fue también
responsable de la Sección de Movimientos Eclesiales del Departamento de
Comunión Eclesial y Diálogo del CELAM. Solicitó su renuncia como obispo del
Callao al Papa Benedicto XVI tras rebasar la edad de jubilación obligatoria en
la Iglesia católica, establecida en 75 años.
Fuente: Europa press/Alfa y
Omega