La desnutrición en Venezuela antes del COVID-19 era
ya motivo de alarma, sobre todo, entre la población infantil de los sectores
más pobres
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Niños venezolanos buscando comida en las basuras
a menos de 300 metros del
Palacio Presidencial |
Desnutrición y COVID-19
La directora de Cáritas Venezuela, Janeth Márquez,
ha afirmado que, a pesar de la leve mejoría de la situación alimentaria por las
ayudas recibidas a principios de 2020, con la pandemia de COVID-19 la
desnutrición se ha incrementado en casi el doble: los venezolanos “no tienen cómo llevar comida a casa, ni cómo
hacer una dieta balanceada”. Igualmente, aclaró que en algunos estados la
condición de desnutrición y falta de alimentos roza el 22 por ciento.
“Es necesario
buscar mecanismos de articulación entre las diversas instancias del Estado con
instituciones y organismos internacionales para la distribución de alimentos”,
dijo la directora de Cáritas al pedir a las autoridades que se permita la entrada del Programa
Mundial de Alimentos y que las políticas públicas se dediquen a buscar
soluciones concretas y eficaces a la problemática y “sincerar” los programas
sociales ya en curso.
Aumentan los hogares con
desnutrición
Según datos aportados en la última actualización de
la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), el 33 por ciento de hogares venezolanos están en situación de
inseguridad alimentaria severa, un 10 por ciento más que en 2018. También
se reporta que menos de uno de cada 10 hogares del país (7%) está completamente
libre de inseguridad alimentaria, una cifra que podría reducirse al 3% como
resultado de la pandemia.
El informe
ENCOVI subraya al mismo tiempo que crece el porcentaje de hogares en
insuficiencia alimentaria moderada porque más allá de la preocupación por la
falta de alimentos también hay ajustes en la disponibilidad de recursos que afectan
la calidad de la dieta.
Otro informe publicado en abril por la Red Global
contra las Crisis alimentarias y la Red de Información sobre Seguridad
Alimentaria, ubica a Venezuela
entre los primeros cuatro países del mundo con inseguridad alimentaria. Los
datos presentados en esta edición corresponden al 2019, donde Venezuela fue
clasificado como un país en “emergencia”.
Una
perspectiva que coincide con el Proyecto sobre Estudios de la Pobreza de la
Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) que constata que estos resultados son
consecuencia del crecimiento de la pobreza en un país que ya se encuentra entre
los más pobres de América Latina.
Fuente: ReL