Los
Salesianos de Don Bosco Fambul han comenzado a acoger y atender a los niños y
niñas que han quedado huérfanos en Freetown, capital del país, por el desastre
natural causado por las fuertes lluvias
La
montaña Sugar loaf (Pan de azúcar), en el distrito de Regent, en la capital del
país, se vino abajo hace una semana debido a las fuertes lluvias. El lodo y las
piedras, que arrasaron cientos de viviendas muy rudimentarias mientras la
mayoría de la población dormía, llegaron hasta las calles de Freetown y
causaron derrumbamientos en numerosas zonas de la ciudad.
Los
primeros balances oficiales establecieron más de 400 personas fallecidas, 600
desaparecidas y hasta 9.000 personas afectadas, pero la confusión y la
imposibilidad de recuperar la mayoría de cadáveres convierte las cifras en
provisionales.
El
país ha estado de luto oficial hasta hoy. Mientras, aumenta el temor a nuevos
deslizamientos de tierra y a que enfermedades como el cólera o el tifus hagan
su aparición.
Los salesianos, con los afectados
Desde
el primer momento, los Salesianos en Freetown visitaron las zonas afectadas y
los hospitales y se pusieron a disposición del Gobierno para ayudar en la
emergencia. Como ya ocurriera durante la epidemia del ébola en 2014 y con el
incendio del suburbio Angola Town en diciembre de 2016, el Gobierno de Sierra
Leona ha pedido a la institución Don Bosco Fambul que acoja a los menores que
han perdido sus hogares o que han quedado huérfanos por el desastre natural.
«Necesitaremos
ayuda para poder acoger entre 400 y 500 menores y mujeres en nuestras
instalaciones: mantas, medicinas, comida… pero por supuesto que los
ayudaremos», comenta Jorge Crisafulli, misionero salesiano y director de Don
Bosco Fambul.
El
pasado jueves llegaron al centro los primeros 40 niños y el viernes lo hicieron
otros 265. Algunos lo han hecho después de pasar por el hospital y otros tras
permanecer varios días en la zona devastada y no encontrar a sus familiares.
La
población de Sierra Leona refleja su miedo y existe una gran preocupación entre
ellos a la situación que se genere ccuando el tema desaparezca de los medios de
comunicación. Mientras tanto, misioneros y voluntarios siguen acompañando a la
gente en sus necesidades básicas: comida, higiene, apoyo médico, sanidad, apoyo
psico-social y espiritual.
Misiones
Salesianas se suma al llamamiento de ayuda internacional para acoger y atender
a los menores que han perdido su vivienda o han quedado huérfanos y
proporcionarles un lugar donde dormir, ropa, comida, asistencia sanitaria,
higiene y educación. Ya se han preparado 10.000 euros para enviar a los
misioneros en Sierra Leona para ayudar a hacer frente a la emergencia.
Seguiremos recogiendo fondos para atender a las personas y de cara a la segunda
fase de ayuda a la reconstrucción.
Con los que más sufren
En
el Centro Don Bosco Fambul se desarrollan programas de prevención y desarrollo
de la infancia vulnerable y en riesgo en todo el país. Atiende a menores de la
calle, en la cárcel, que han sufrido abusos, chicas en situación de
prostitución y huérfanos del ébola. A todos ellos les ofrecen educación y la
posibilidad de reintegrarse con sus familiares para que tengan un futuro al
margen de la pobreza y lleno de oportunidades.
Fuente: Misiones
Salesianas/Alfa y Omega