Ocho años
después del terremoto, la ONG de los Jesuitas trabaja para garantizar el
derecho a la educación de la población haitiana
Niños haitianos |
Entreculturas
considerada que la educación es el medio más eficaz para superar la pobreza y
combatir los dramáticos impactos de fenómenos naturales como el terremoto de
2010, el Huracán Matthew en 2016 o en Irma en 2017.
El
12 de enero, se cumplen ocho años del terremoto que arrasó Haití y
provocó alrededor de 300.000 muertes y un número similar de heridos.
Aproximadamente 1,5 millones de personas perdieron su hogar y otros bienes
materiales. Después de ese 12 de enero de 2010, el país se hundió más en la
pobreza y la corrupción.
Haití
es el país más pobre de América Latina. Las desigualdades, la violencia,
las epidemias y la inestabilidad política son algunos de los asuntos
pendientes con los que ha de lidiar este país y que dificultan el camino hacia
la recuperación, informa la ONG en un comunicado.
El
4 de octubre de 2016, cuando los estragos del terremoto aún seguían presentes,
el huracán Matthew arrasó la costa suroeste del país y parte de
República Dominicana y Cuba. La catástrofe dejó más de 1.000 muertos, unas 2,1
millones de personas afectadas (de las cuales 894.000 fueron niños y niñas) y
más de 1,4 millones que requerían asistencia humanitaria. El número de personas
desplazadas ascendió a alrededor de 175.500, el 15% de ellas niños y niñas
menores de 5 años.
Menos
de un año después, el huracán Irma provocó nuevas inundaciones, personas
heridas y una fallecida.
Tres millones de niños
fuera del sistema
Entreculturas trabaja en Haití desde
antes del terremoto. Junto a Fe y Alegría, su socio en el terreno, han considerado
siempre la educación como un medio eficaz para la superación de la pobreza.
Antes del seísmo, Haití contaba con una tasa de alfabetización del 62% y casi 3
millones de niños y niñas estaban fuera del sistema educativo.
Las
infraestructuras escolares eran de muy baja calidad y la formación del
profesorado deficiente. Tras el terremoto y el huracán, en un contexto
devastado y sin estructura de poder sólida, el acceso a la escuela se convirtió
en una prioridad todavía mayor para las dos organizaciones.
Desde
el primer momento, en previsión de las consecuencias del paso del huracán
Matthew, Entreculturas activó su protocolo de emergencia. De las 17
escuelas con las que contaba la organización en el país, 10 de ellas se encontraban
en las zonas más afectadas, lo que implicaba a 1.777 alumnos/as (865 niños
y 912 niñas) y 163 personas de la plantilla escolar.
Situación pedagógica
precaria
Hoy
en día, a pesar de que la educación es un derecho reconocido por la
Constitución Haitiana de 1987, la situación pedagógica en Haití sigue
siendo muy precaria y deficiente en cuanto a Calidad Educativa.
La
tasa de alfabetización es de un 57% entre la población mayor de 15 años y
alrededor de medio millón de niños y niñas haitianos no tienen en la actualidad
acceso a una educación de base. El índice de suspensos en los exámenes
oficiales ronda el 70% y 50% en las dos evaluaciones obligatorias que se
realizan en primaria y secundaria, respectivamente.
Ante
la falta de inversión del Gobierno en el sector educativo público (el 90% de
las escuelas del país son privadas y el coste de los servicios escolares es muy
elevado), el objetivo de Entreculturas continúa siendo garantizar el derecho a
la educación y promover e incrementar el acceso a una educación de calidad de
la población local Haitiana.
Con
los fondos recaudados se ha desarrollado en Haití un Programa de Atención
a la Emergencia y de Reconstrucción. Estos son algunos de los logros más
destacados: Se han construido 38 nuevas aulas, a las que asisten 1.880
alumnos y alumnas por año. Se ha contribuido a la formación de 400 nuevos
profesores y profesoras. Hemos ofrecido formación técnica en 13
disciplinas a 2.845 jóvenes.
Fuente:
ReligionConfidencial