”La gente todavía tiene miedo. Sin embargo, cuando la iglesia y los otros edificios estén abiertos, la gente se sentirá segura… y regresará mucha gente”
El sacerdote católico Amanuel Adel Kloo. Crédito: Ayuda a la Iglesia Necesitada |
El P. Amanuel Adel Kloo es el
único sacerdote en Mosul (Irak), quien regresó a la ciudad tras ser liberada
del terrorismo del Estado Islámico en 2017. Siente que su misión es “servir
bajo la cruz y mantener y salvar el legado histórico del pueblo cristiano”, y
realiza un llamado a todos los católicos a volver a la ciudad
El último 10 de julio se cumplieron dos años desde que se declaró
la derrota del Daesh (ISIS). Mosul, una ciudad al norte de Irak, fue liberada
luego de tres años de haber sido sometida por la estricta ley de la sharia, que
incluía “las conversiones forzadas, las ejecuciones en masa y el resurgimiento
de la esclavitud”.
En una entrevista con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia
Necesitada (ACN), el P. Kloo explicó que “nadie creyó que los cristianos
regresarían a Mosul” cuando se produjo la liberación. Sin embargo, él sí lo
hizo.
Sin embargo, dijo que solo unos 30 o 40 cristianos han vuelto a
Mosul; pero hay una comunidad grande de “viajeros itinerantes” que espera
regresen pronto a la ciudad.
“Aproximadamente mil
estudiantes cristianos viajan diariamente a la Universidad de Mosul desde las
poblaciones cercanas. A esto se añaden varios cientos de trabajadores, muchos
de los cuales trabajan para el gobierno en la reparación del sistema de agua y
la red eléctrica de Mosul, que todavía están muy diezmados”, explicó el
sacerdote a ACN.
El religioso siro católico se encuentra reconstruyendo la iglesia
de la Anunciación, la cual sería la primera iglesia en Mosul en ser restaurada.
El sacerdote tiene la esperanza de que esto sea el “renacimiento del
cristianismo” en Mosul.
”La gente todavía tiene miedo. Sin embargo, cuando la iglesia y
los otros edificios estén abiertos, la gente se sentirá segura… y regresará
mucha gente”, expresó el clérigo, quien espera que el templo esté listo en tres
meses.
Además, el P. Kloo también tiene como objetivo construir un
complejo con viviendas para estudiantes universitarios y personas necesitadas;
así como una escuela cristiana que motive a que las familias católicas vuelvan
a la ciudad, puesto que casi un millón de habitantes de Mosul profesa la
religión musulmana.
De acuerdo con la fundación, la comunidad cristiana la conformaban
35.000 fieles en el 2003, y que este número cayó estrepitosamente debido a la
persecución de cristianos, ocurrida en los once años siguientes al comienzo de
la guerra para derrocar a Sadam Hussein.
“Muchas de las iglesias
caldeas cerraron incluso antes de la invasión del Daesh porque un gran número
de personas abandonó Mosul tras el asesinato en 2008 del obispo caldeo Raho y
del padre Ragheed. En 2014 quedaban en la ciudad unos 15.000 creyentes de
diferentes Iglesias: caldeos, siro-ortodoxos, siro-católicos y algunas familias
armenias”, explicó ACN.
Del mismo modo, la llegada de
los yihadistas del Estado Islámico provocó que miles de cristianos salieran de
la ciudad. Los que no pudieron huir fueron ejecutados u obligados a convertirse
al islam.
Esta ciudad es la sede
“nominal” de dos diócesis en el país y que han recibido recientemente a nuevos
obispos. En enero fue nombrado como Arzobispo de la Archiparquía Católica
Caldea de Mosul, Mons. Najeeb Michaeel Moussa; y en junio como Arzobispo
coadjutor de Petros Mouche de la Archiparquía Católica Siríaca de Mosul, Mons.
Nizar Semaan.
Fuente: ACI