El Cardenal Fernando Filoni,
Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, señaló este
3 de agosto que en sus viajes a poblaciones cristianas perseguidas por el
terrorismo islámico encontró fe en medio del sufrimiento, pero nunca odio
Cardenal Filoni |
Según recoge la agencia vaticana Fides, al celebrar la Misa en la
Catedral de San Esteban, en la diócesis italiana de Concordia-Pordenone, el
Cardenal Filoni señaló que “puedo dar testimonio, como Prefecto de la
Congregación para la Evangelización de los Pueblos” de haber “sido testigo del
sufrimiento muchas veces, pero no del odio, de muchos cristianos”.
“Estoy pensando aquí, por ejemplo, de los rostros de miles de
personas, cristianos, yazidíes, khaki, etc., que fueron expulsados en los meses
de julio y agosto de 2014 por los así llamados terroristas del califato que
habían capturado primero Mosul y después la llanura de Nínive en Irak”.
“En esos rostros había
angustia, había todo el drama de aquellos que lo han perdido todo, pero ‘no la
fe, no la propia dignidad humana’, como me dijo un cristiano laico en el
poblado de Alqosh: ‘no tengo nada, ¡pero conservo la fe!'”.
La Misa presidida por el Cardenal Filoni se enmarca en una antigua
tradición de la Iglesia, que recuerda el 3 de agosto el hallazgo milagroso de
las reliquias de San Esteban, el primer mártir cristiano, en Jerusalén, en el
año 415 d.C.
San Esteban, destacó el Purpurado, “ofreció su propia vida para
dar testimonio de Cristo ante los furiosos legalistas y escribas de la Sinagoga
de la ‘Liberti’ en Jerusalén. La gente que, después de haber odiado y condenado
a Cristo a la Cruz, ahora lo odia a él. Así como Cristo murió perdonando a los
que lo crucificaron, así también Estaban murió perdonando a los que lo
condenaron y lo lapidaron”.
El Cardenal señaló que actualmente el camino de la Iglesia en el
mundo está marcado por “mártires y persecuciones”, debido al “odio real incluso
en países de antigua tradición cristiana y ahora también en lugares virtuales y
los medios de comunicación (Facebook, Instagram, etc.), donde el anonimato a
menudo excita lo peor del alma humana”.
Además, destacó que en sus
encuentros con sobrevivientes de ataques a iglesias en Sri Lanka, “donde
cientos de cristianos, y otros, fueron asesinados por terroristas islámicos la
mañana de Pascua mientras participaban en la Misa: mujeres. Niños, hombres,
ancianos”.
“En los ojos de los
sobrevivientes y de sus familiares que me mostraban las imágenes de sus propios
seres queridos en sus teléfonos, había un sufrimiento inenarrable, tristeza y
emoción profunda, pero no odio”.
“‘Serán odiados por todos a
causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el final, será salvado’. Estas
son las palabras del Evangelio de hoy y vinieron a mi mente mientras escuchaba
y recogía el llanto de las familias destruidas”, expresó.
Fuente: ACI