El Arzobispo de Santiago
de Cuba, Mons. Dionisio García Ibáñez, lamentó que el Gobierno comunista haya
prohibido que se celebren eventos de la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ)
fuera de las iglesias, a pesar de que se habían hecho los trámites requeridos
Mons. Dionisio García. Crédito: Vida Cristiana |
“Inmersos en el trabajo
preparatorio, tratando de hacer realidad la JNJ recibimos, hace solo una
semana, la decisión oficial de no autorizar ningún evento celebrativo fuera de
los templos durante la II JNJ en ninguna de las nuevas sedes, exceptuando Santiago
de Cuba”, indicó el Prelado en su carta por el
inicio de la JNJ publicada ayer 1 de agosto.
“Lamentamos que, de esta
manera, queden suspendidos la celebración pública del Viacrucis y de la
Peregrinación a un Santuario Mariano que se iba a realizar en el programa de la
JNJ en cada diócesis y para lo cual ya se habían realizado con antelación los
trámites requeridos”, añadió.
Del 1 al 4 de agosto se
lleva a cabo en Cuba la II Jornada Nacional de la Juventud, cuya sede iba a ser
la Arquidiócesis de Santiago de Cuba; sin embargo, las consecuencias de la
crisis económica que afronta la isla hizo que la Iglesia local replanteara el
evento y lleve su realización a cada una de las once diócesis.
Sin embargo, a esta dificultad se sumó la prohibición del Gobierno comunista
para que se pudieran realizar actividades fuera de los templos, como es el caso
del Vía Crucis. Solo se podrán llevar a cabo actividades fuera de las iglesias
en Santiago de Cuba.
Del camino de la Cruz
surge la Esperanza
En su carta, Mons.
García dijo que si bien “es natural la inicial frustración ante una medida que
no se comprende”, sabemos “por experiencia que también en la vida espiritual y
en la vida cristiana, las dificultades y obstáculos siempre estarán presentes”.
“El Señor Jesús nos
enseñó que del camino de la Cruz surge la Esperanza. Él se nos adelantó y nos
dio el ejemplo, cargándola por nuestros desalientos e infidelidades. El triunfo
es el del Resucitado”, afirmó.
En ese sentido, dijo a
los jóvenes que “estas situaciones inesperadas y no deseadas, nos han llevado a
empeñarnos aún más en el logro de los objetivos iniciales y a descubrir la
presencia de Dios en los acontecimientos”.
Por ello, recordó a los
jóvenes que “los eventos no son lo más importante, éstos pueden fallar. Lo
importante es el proceso realizado y el logro de los objetivos propuestos, es
decir, lo esencial”.
Así, el Arzobispo invitó
a los participantes de la JNJ a “poner todas las contrariedades encontradas en
el camino, el esfuerzo realizado y nuestras mejores intenciones, en las manos
de Dios, sabiendo que Él es el que hace la obra, como dice el texto de Rom. 8,
28, que hemos propuesto como reflexión ‘Para quienes aman a Dios todo concurre
para el bien’”.
“Regresemos a nuestras comunidades, después de celebrar la JNJ, con el deseo de
ser mejores cristianos, imitando a María, haciendo vida en nosotros sus
palabras: ‘He aquí la sierva del Señor. Hágase en mí, según tu Palabra’”,
alentó.
Mons. García reiteró su
llamado para que la JNJ ayude a los jóvenes “a descubrir que Dios tiene un plan
de salvación para cada uno de ustedes. Que cuenta con todos y cada uno. Eso
sólo lo podrán encontrar desde la generosidad, el compromiso y la búsqueda
seria y sincera de la Vocación a la que el Señor les llama”.
“Les sugiero que en cada
una de las celebraciones se tenga en cuenta a las otras diócesis pidiendo por
ellas, especialmente por los jóvenes que, unidos en mismo espíritu, pero en la
distancia, están también celebrando la alegría de ser jóvenes discípulos del
Señor”.
“Alegría y ánimo”,
expresó el Prelado, que recordó a los jóvenes cubanos que cuentan “con el
ejemplo e intercesión de Nuestra Madre, la Virgen de la Caridad y de los santos
patronos de esta Jornada: Siervo de Dios P. Félix Varela, San Antonio María
Claret, Beato José López Piteira, San Juan Pablo II y Beata Dolores Sopeña”.
Fuente: ACI