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“En
2018, la media global de restricciones gubernamentales sobre la religión, es
decir, leyes, políticas y acciones de los funcionarios que inciden en las
creencias y prácticas religiosas, continuó aumentando, alcanzando un máximo
histórico desde que el Centro de Investigación Pew comenzó a rastrear estas
tendencias en 2007”, indicó Pew el 10 de noviembre.
Si
bien el aumento desde 2017 fue “relativamente modesto”, continúa el “aumento
sustancial” de las restricciones, precisa el informe.
Para
rastrear las tendencias en religión, el reconocido centro de investigación ha
creado un Índice de Restricciones del Gobierno, una escala de 10 puntos que
utiliza 20 indicadores. También ha creado un índice de hostilidades sociales.
Si bien la epidemia de coronavirus ha provocado una ola de debate sobre las
restricciones a las reuniones religiosas, el último informe de Pew se refiere
al año 2018.
Según
el análisis, la región de Medio Oriente y África del Norte todavía tenía la
media más alta de restricciones gubernamentales a la religión, 6.2, frente a
6.0 en 2017. Son 18 países, que representan el 90% de la región, que tienen
niveles altos o muy altos de restricciones.
Sin
embargo, Asia y el Pacífico registraron el mayor aumento de las restricciones
gubernamentales. Por ejemplo, 31 países de la región de Asia y el Pacífico
fueron testigos del uso de la fuerza por parte del gobierno relacionado con la
religión, un aumento de 26 países en 2017.
Los incidentes en la región de Asia y el
Pacífico incluyeron la detención de un miembro de la fe bahá'í por motivos de
religión, que fue denunciada por Armenia. En Filipinas, tres misioneros
metodistas unidos se vieron obligados a abandonar el país o tuvieron problemas
para renovar sus visas después de intentar investigar violaciones de derechos
humanos. En Birmania, ahora conocida como Myanmar, más de 14.500 musulmanes
rohingya huyeron a Pakistán para escapar de los abusos patrocinados por el
estado, y otros 4.500 fueron confinados en una región fronteriza y acosados por funcionarios que querían que se fueran a Bangladesh. En
Uzbekistán, al menos 1.500
musulmanes siguen encarcelados por cargos de extremismo o pertenencia a grupos
prohibidos.
China
ocupó el peor lugar en el índice de restricciones gubernamentales sobre
religión de Pew, obteniendo un 9.3 sobre 10. Sus restricciones incluyen la
prohibición de grupos religiosos como Falun Gong y varios grupos cristianos.
También prohíbe algunas prácticas religiosas, allana lugares de culto y detiene
y tortura a las personas. Ha continuado una campaña de detención contra uigures
en su provincia de Xinjiang, con al menos 800.000 personas detenidas. El
Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que las instalaciones de
detención están “diseñadas para borrar las identidades religiosas y étnicas”.
Tayikistán
ahora ocupa el puesto 7.9 en el índice de restricciones gubernamentales, debido
a cambios legales que incrementaron el control sobre la religión en 2018. La
educación religiosa enfrenta reglas más estrictas y los grupos religiosos deben
informar las actividades a las autoridades. El nombramiento de imanes requiere
la aprobación del estado. A los testigos de Jehová se les niega el
reconocimiento oficial y más de una docena de miembros han sido interrogados y
presionados para que abandonen su religión.
Los
problemas continúan en Medio Oriente y África del Norte. En la provincia
oriental de Arabia Saudita, más de 300 musulmanes chiítas seguían en prisión
tras protestas por mayores derechos.
Las
autoridades argelinas detuvieron a varios cristianos por violar una ley que
prohíbe el proselitismo por parte de los no musulmanes. También procesaron a 26
musulmanes ahmadi por supuestamente “insultar los preceptos del islam”, señala
Pew en su informe.
Entre
los países más poblados, las mayores restricciones religiosas se encuentran en
India, Egipto, Indonesia, Pakistán y Rusia.
El
Centro de Investigación Pew Research también mide las hostilidades sociales,
que “abarcan todo, desde los conflictos armados relacionados con la religión
hasta el acoso por la ropa”. Esta cifra alcanzó su punto máximo en su informe
de 2017 y disminuyó ligeramente en 2018.
India
ocupó el peor lugar en el índice de hostilidad social, con un 9.6 sobre 10,
debido a la importante violencia de mafias relacionada con la religión y las
hostilidades sobre conversiones religiosas en 2018. La calificación de
restricciones del gobierno de India también alcanzó un máximo de 5.9 en 2018.
La policía del estado de Uttar Pradesh acusó a 271 cristianos con “difundir
mentiras sobre el hinduismo” y supuestamente tratando de lograr conversos
drogando a la gente.
Medio
Oriente y África del Norte tienden a ocupar el peor lugar en este índice,
mientras que América ocupa el mejor lugar. En América, sin embargo, El Salvador
experimentó el mayor aumento. Un ejemplo de hostilidad religiosa se produjo en
marzo de 2018 durante la Semana Santa, cuando hombres armados robaron a un
sacerdote salvadoreño y a sus compañeros de camino a la Misa. Mataron al sacerdote.
Los cristianos y musulmanes, que
constituyen los grupos religiosos más poblados y geográficamente más dispersos
del mundo, sufrieron acoso en el mayor número de países: 145 países para los
cristianos y 139 para los musulmanes.
Los judíos representan solo el 0.2% de la
población mundial, pero enfrentaron acoso en 88 países y fueron el tercer grupo
religioso más acosado después de cristianos y musulmanes.
Los que no tienen afiliación religiosa,
incluidos los ateos, los agnósticos y los que no se identifican con ninguna
religión, vieron una disminución en el acoso. Aquellos en este grupo fueron
acosados en 18 países, una disminución de 23 países el año
anterior.
En el análisis de Pew, es más probable
que los gobiernos autoritarios restrinjan la religión y solo el 7% de los
países con restricciones bajas son autoritarios. Sin embargo, muchos países
autoritarios solo tenían niveles “bajos” o “moderados” de hostilidades
sociales.
“Ningún país que fue clasificado como una
democracia plena tenía restricciones gubernamentales 'muy altas' u hostilidades
sociales”, añadió Pew.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Fuente: ACI