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Pedro Opeka. Créditos: Anne Aubert /Amici
di Padre Pedro (CC BY-SA 3.0) |
El Papa
Francisco visitó la “Ciudad de la Amistad” de Akamasoa, que fue
construida sobre un vertedero de basura en las afueras de la capital,
Antananarivo, durante su visita apostólica a Madagascar en septiembre de 2019.
El Santo
Padre agradeció la labor del sacerdote en favor de alrededor de
25 mil personas y pidió a los jóvenes que ayudan a la asociación a no bajar
“nunca los brazos ante los efectos nefastos de la pobreza, ni jamás sucumban a
las tentaciones del camino fácil o del encerrarse en ustedes mismo”.
Durante la visita, el Pontífice
también recordó que el P. Opeka fue alumno suyo en la Facultad de Teología y
agradeció al sacerdote y sus colaboradores “por su testimonio profético y su
testimonio generador de esperanza”.
Pedro Pablo Opeka nació en
Buenos Aires (Argentina), en 1948. Sus padres eran refugiados de Eslovenia que
emigraron tras el inicio del régimen comunista en Yugoslavia.
A los 18 años ingresó al
seminario de la Congregación para la Misión de San Vicente de Paúl en San
Miguel (Argentina). Dos años más tarde viajó a Europa para estudiar Filosofía
en Eslovenia y Teología en Francia. Luego pasó dos años como misionero en
Madagascar.
En 1975 fue ordenado sacerdote
en la Basílica de Luján y en 1976 regresó a Madagascar, donde permanece hasta
el día de hoy.
Al ver la pobreza desesperada en
la ciudad capital de Antananarivo, especialmente en los vertederos de basura,
donde la gente vive en cajas de cartón y los niños compiten con los cerdos por
la comida, decidió hacer algo por los pobres.
Con ayuda enviada del extranjero
y el trabajo de la gente de Madagascar, fundó aldeas, escuelas, bancos de
alimentos, pequeños negocios e incluso un hospital para atender a los pobres a
través de la asociación Akamasoa.
Madagascar es uno de los países
más pobres del mundo y durante la pandemia de coronavirus el P. Opeka ha
trabajado para ayudar a las familias que han caído aún más en la pobreza como
consecuencia de las medidas preventivas para evitar los contagios de COVID-19.
“La situación es difícil para las familias,
para los pobres que tienen muchos hijos. No tenemos arroz. No tenemos agua.
Necesitamos agua y jabón”, dijo el sacerdote a Radio Vaticano en abril de 2020.
Esta no es la primera vez que el P. Opeka
ha sido nominado para el Premio Nobel de la Paz. Los representantes del
Parlamento esloveno también nominaron al sacerdote en 2012.
Entre los otros nominados al Premio Nobel
de la Paz 2021 se encuentran el movimiento Black Lives Matter, la Organización
Mundial de la Salud, Greta Thunberg, Donald Trump, Stacey Abrams, Jared
Kushner, el disidente ruso Alexei Navalny y la líder de la oposición bielorrusa
Sviatlana Tsikhanouskaya.
El ganador del premio Nobel de 2020 fue el
Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki.
Publicado originalmente en ACI África.
Fuente: ACI